
Alejandro me llama por teléfono y dice: «¿Cómo estás? ¿Viste que bajó un poco la temperatura? Asiento pero, cuando me dispongo a escucharlo mejor, cierra la conversación de este modo: «Está lindo para una polentita. ¿Por qué no te venís a casa y nos comemos una? Tengo pollo y hago rico el tuco. Luego, pienso: «Siempre hay una excusa para disfrutar de una exquisita polenta. Es rica, económica y muy fácil de hacer. ¿Me ayudan a prepararla?
Primero calentamos la cacerola, doramos en un poco de aceite el pollo de ambos lados. Luego, agrego las verduras y rehogamos. Agregamos la salchicha cortada en rueditas y doramos también. Ojo, si no les gusta, pueden dejar de lado las salchichas. Cortar la cebolla en cuartos; la zanahoria en cubos y agregar a la cacerola un poquito de vino y los tomates.

Así al cabo de unos minutos, colocamos a la salsa una cucharadita de azúcar para cortar un poco el ácido. Esto último no es obligatorio. También hay que condimentar a gusto, revolvemos y dejamos cocinar por 15 minutos aproximadamente. Se puede condimentar con sal y pimienta, entonces dejamos cocinar a fuego suave hasta que el pollo esté tierno y la salsa reducida. Podemos poner más caldo para que la preparación no se seque y si ls gusta, algunas hojitas de laurel.
Al final de todo, servir sobre la polenta cocida y caliente los trozos de pollo y, si les gusta, queso cremoso para que se funda o queso rallado, que sabe muy bien.
«La verdad, Alejandro, tuviste mucha razón. El día está ideal para este menú y la polenta te salió excelentemente bien. Congratulations»
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