El Viernes a la noche, cerca de las 4 de la madrugada, la zona de Palermo a la altura de Pasaje Soria y Thames, estalló con gritos y agresiones donde un grupo de «trapitos» que se cruzó entre ellos. Luego, aparecieron tirados y durmiendo en el mismo pasaje para comenzar la jornada sobre colchones en las veredas.
Los vecinos denunciaron los hechos y allí, la policía intervino. Posteriormente, los trapitos se retiraron y los colchones fueron arrojados a un camión de CLIBA, gracias a la ayuda de un recolector de basura que se los llevó.
Sin embargo, como por arte de magia, los colchones volvieron al mismo lugar del Pasaje Soria.
Cuando los cuerpos policiales realizan una intervención o allanamiento, los detenidos suelen ser sacados con sus rostros tapados o, en el caso de las imágenes, estos aparecen distorsionados. Algunas personas consideran que las caras deberían ser expuestos al público. Sin embargo, esta práctica conlleva objetivos específicos.
Aunque muchos ciudadanos, por su falta de conocimiento, piensan que no mostrar la cara sólo es para proteger al detenido, el hecho es que esta práctica es de suma importancia para el proceso judicial que podría enfrentar el involucrado.