No siempre nos referimos a desarrollar una actividad laboral, el trabajar también puede estar relacionado con la personalidad del ser humano. Modificar actitudes, gestos o tonos de voz, los que nos resultan normales. Sin embargo el que los recibe no los toma de igual modo.
Tratar de pensar antes de hablar, evitar el agredir, dado que más allá de lastimar al prójimo nos lastimaremos nosotros mismos. Aceptar las decisiones que toman dejando de lado como repercuten dentro de nosotros.
Siempre que las mismas no se traten de compartir eventos, viéndonos perjudicados por estos. Tal vez no es lo que esperábamos recibir, de todos modos aceptar lo que el otro desea hacer. Por momentos no nos resulta sencillo, es una tarea extensa a concretar, siempre se aprende de los hechos que la vida nos asigna.
Con el tiempo comprenderemos que no fue en vano el camino recorrido, sintiéndonos mejor. Todo aquello que alimente nuestro espíritu, nuestra alma, nos alegrará el corazón, el contradecir no nos conduce a nada.
Mercedes Giangrande