Por Vanesa Armesto. Finalizando el primer trimestre del año, con una pandemia esperando que se la declare terminada, el mercado sigue en pausa, sin poder reactivarse, luego de más de tres años de agonía.
Avanzan los meses y nada parece cambiar. Para el sector inmobiliario pareciera que el tiempo está detenido. Quedó varado en una crisis de la cual no encuentra salida.
O mejor dicho, hay puertas que permitirían comenzar un camino hacia la reactivación, pero que continúan sin poder abrirse. El mercado ya no puede esperar más.
Una de las principales crisis que el sector está atravesando actualmente es la de los alquileres. Una crisis que lleva casi dos años. Tiempo en el que la oferta de inmuebles para alquilar se redujo en un 25% aproximadamente.
Si bien las charlas para la reforma de la ley de alquileres, con la mesa que se formó con los principales representantes de las partes interesadas, ya comenzaron, están muy demoradas.
Las novedades acerca de este tema van a llevar al menos tres meses. Es decir, que recién para después de mitad de año vamos a saber cómo se continúa.
Un tiempo eterno para la difícil situación de miles de inquilinos, que viven en la incertidumbre de no poder cerrar un contrato tradicional, y verse obligados a firmar extensiones a corto plazo, sin ningún tipo de certeza. O directamente no encontrar dónde vivir por la escasa oferta.
Hoy, encontrar disponibilidad de departamentos es una tarea complicada. Esta problemática se expuso más notoriamente con el retorno a la presencialidad en las facultades.
Este febrero, como cada año hasta la llegada de la pandemia, familias del interior del país se lanzaron en la búsqueda de alquileres para los estudiantes que vienen a las distintas universidades de la ciudad. La diferencia, en esta oportunidad, es que se encontraron con la menor oferta de inmuebles de los últimos 10 años.
Muchos propietarios decidieron retirar sus inmuebles para alquilar, a la espera de ver cuáles son las modificaciones que se van a realizar sobre la tan conflictiva ley 27551.
Y otro punto es que no se incorporaron nuevas unidades ante la falta de inversores, alejados en parte por esta ley y la baja rentabilidad que desmotiva la inversión para renta.
La prioridad es la reforma de esta ley. Sin reforma, no hay oferta, no hay inversión, no hay mercado.
*Vanesa Armesto: Editora periodística de Real Estate Data. Periodista y Corredora inmobiliaria matriculada de Cucicba. Matrícula 1413. Con una trayectoria de 20 años en el mercado inmobiliario.