La esquina de Anibal Troilo se encuentra ubicada en Paraguay 1500 al cruce de Paraná. Forma pate de uno de los míticos sitios tangueros y milongueros de Buenos Aires.
Sin embargo, quienes han pasado o llegan actualmente hasta el lugar, insisten en que es un lugar caro. Otros resaltan el sabor exquisito de sus tostados, pero otro expresan que facturas son mejores en demás bares.
Lucas Flasque dice: “Las medialunas de manteca aprueban raspando. El exprimido de naranja perfecto.”
Nicolás Iglesias Romano completa: “Muy buen lugar para comer y ver un buen show de Tango”
Cierto o no, la esquina de Aníbal Troilo, se ha ganado un premio en los lugares de la agenda internacional turística. Tal vez porque allí fue uno de los centros de inspiración del querido Pichuco.
Por eso, es importante destacar que, en el año 1975 fue declarado Monumento Histórico y en 2014 el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires lo incluyó en la lista de bares notables porteños.
El local Guiede Daniel Rodríguez dice: La atención por parte del mozo fue excelente sin embargo la comida no fue nada especial, estaba muy normal, le faltaba sabor. Precios altos si tomamos en consideración el tamaño de las porciones (pequeñas).”
En la actualidad luce renovado pero conserva la mística de siempre. De lunes a viernes funciona como un típico bar porteño y por temporadas ofrece durante los fines de semana espectáculos musicales, con la presentación en vivo de un bandoneonista. El lugar está decorado con más de 300 cuadros, incluyendo una colección de retratos de Troilo, fotografías del club River Plate (del cual Pichuco era hincha), banderines, trofeos y dibujos, entre otros objetos.
Otro Local Guide Lucas Gamboa expresa: “Excelente lugar. No sé si histórico o ambientado, de todas formas hay cierta mística creada. La música ambiental no acompaña para nada a la temática del lugar, ese es un punto a tener en cuenta, creo que dentro del tango hay una gran variedad de estilos diferentes para diferentes momentos del día. De todas las muy lindo. Volveré”
Silvia Lobello: “Buen lugar para almorzar, buenos platos a precios moderados y buena atención. Lo más destacable es la ambientación con fotos de Troilo y otras personalidades del mundo tanguero. Esperaba que la música de fondo fuera tango, pero lamentablemente no”.
Los habitués, generalmente jóvenes universitarios y muchos turistas, encuentran en esta esquina un rincón para almorzar, cenar en familia o simplemente tomar un café escuchando música.