¿Quién no ha saboreado unos ricos bocadillos de espinacas o una gustosa tortilla de esta verdura, la cual posee una de las más ambiciosas propiedades?
Llamada en botánica Spinacia oleracea, la espinaca es una planta herbácea y anual del género Spinacia, cotizada por sus preciadas hojas verdes, que tienen forma ovalada y pueden ofrecer un aspecto rugoso. Pertenece la familia de las Amarantáceas y a la subfamilia de las Chenopodioideae, donde encontramos otras plantas como la quinoa (género Chenopodium) o la remolacha (género Beta).
Como hoja verde que es, la mayor parte de la espinaca está compuesta de agua, teniendo apenas 23 calorías por 100g de producto y siendo pobre en proteínas, grasas o carbohidratos.
Donde realmente está su importancia nutricional en los aportes vitamínicos y minerales. Por ejemplo, es rica en vitamina A (100g de espinaca cruda aportan el 59% de la dosis diaria), que es necesaria para mantener una buena salud oftálmica y para fortalecer el sistema inmunitario. También es muy rica en vitamina C (no sólo los cítricos pueden presumir de ello) y es que 100g de espinaca tienen 28mg de esta vitamina (el 34% de la dosis diaria recomendada), necesaria para reducir la hipertensión o para mejorar nuestra piel, además de tener virtudes desestresantes.
Por eso, en directoalpaladar nos explican que la espinaca es rica en ciertos minerales como el magnesio (100g de espinaca aportan el 22% del magnesio diario), que nos vendrá muy bien para mantener la musculatura y para reducir el cansancio y la fatiga. También es rico en manganeso (43% de la dosis diaria recomendada en 100g de espinaca cruda), al que necesitamos para favorecer la producción de tejidos cartilaginosos o para asimilar la vitamina E.
Sin embargo, como abríamos el tema, el aporte de hierro o de calcio de la espinaca no son especialmente aprovechables, debido a la presencia de ácido oxálico (los denominados oxalatos) que impiden una buena asimilación de minerales. Razón por la que es conveniente consumir cocinadas, aunque sean ligeramente, las espinacas y así no interfieran en la absorción de otros minerales.