
Por Ana Leguísamo Rameau. La exposición urbana está allí, justo donde convergen varias esquinas, en el límite de Palermo y Recoleta. En el centro de las calles Soler, Honduras, Coronel Díaz y Mario Bravo, los comercios lucen sus persianas en blanco y negro con los grandes referentes de la música argentina. Son mujeres y hombres que han marcado con sus notas las mejores páginas de la historia del rock, el tango, la cumbia, la música clásica y romántica.
De pronto uno llega a la farmacia de la esquina de Honduras y Soler, y se sorprende con el flaco Spinetta entonces, mientras espera el medicamento que fue a comprar, se percata que, un metro más adentro, Gustavo Cerati mira desde los más lejos (con esos típicos anteojos oscuros de sus discos). Al cruzar, la estrecha calle Honduras, aparece semiescondido, Charly García, quien espía entre medio de las copas de los arboles y arbustos. Claro, es allí cuando su silueta característica dice «Say no more«, esa frase particular de Charly que lo ha destacado miles de veces en diferentes entrevistas y recitales, y ahora yace dibujado con su bigote banco y negro entre medio de una santería y una fiambrería.
Por otro lado, el tour no termina aquí, pues a la vuelta de la esquina (ya que hay varias) un banner largo con la cara de Marta Argerich, Gilda, Mercedes Sosa y María Elena Walsh resalta con la sonrisa de cada una de ellas a lo largo de una garaje y debajo de un blacón. El imperdible recuerdo se desplaza hacia el interior de la cuadra de la calle Soler mientras, enfrente de la misma, Sandro y Les Luthiers, también se destacan desde la vereda de enfrente, a través de la una bella postal porteña que los separa y a la vez los une por intermedio de un kiosco.
Todo luce y se visualiza mejor cuando es temprano, feriado o Domingo porque, si es un día laboral, los negocios abrirán y, por ende, las persianas quedarán levantadas con sus músicos escondidos y sus notas musicales ahogadas en el silencio.

Sin embargo, transcurre de un lado, en el barrio de Palermo porque, al cruzar la intersección de Mario Bravo y Coronel Díaz, ya nos encontramos en Recoleta (Comuna 2), el barrio vecino que muestra a un Astor Piazzolla aferrado a su bandoneón, en ese llamativo y conocido gesto casi adusto que ha lucido en sus discos y shows.
Sin embargo y para cerrar la paleta de pura música exquisita porteña, cruzamos por Soler y llegamos a una peluquería pequeña donde Federico Moura yace de pie con esa mirada dulce que siempre lo ha calificado. Es una obra de 112 x 210 cm de esmalte sintético, y luce a pocos metros de llegar a la esquina de Soler y Mario Bravo.
Toda esta bella galería de arte urbano y musical ha sido pura inspiración del artista y músico Tian Firpo quien, no sólo ha llevado su talento a estas esquinas de la Comuna 2 y 14 sino también que la ha realizado en otros sitios, que pronto les mostraremos a nuestros lectores y escuchas de Foro de Baires.
Disfruten de su obra.