Está en Soria entre Thames y Uriarte y son ocho. Todos conforman una patota clásica y agresiva que copa el Pasaje Soria y se reúnen para fumar cigarros comunes o marihuana, tomar alcohol y comer, como si fuera un verdadero restaurante a la calle.
Allí, tienen sexo al aire libre y molestan, hasta altas horas de la madrugada, a todo el vecindario. Como si eso fuera poco, roban a los habitantes de la zona y turistas.
Son un grupo de mal vivientes complicado de erradicar.