Dejando de lado la módica suma de seis pesos que nos adjudican para alimentarnos diariamente, nada creíble por cierto, cada comida del día requiere su importancia. Especialmente el desayuno tan necesario para iniciar una nueva jornada.
Por lo general no se cumple dado que nos levantamos con los minutos contados para ducharnos listos para cumplir con las actividades que nos corresponden. Pensando que más tarde consumiremos algo, sin saber qué.
Debemos cambiar nuestra rutina a la brevedad, tomarnos nuestro tiempo para ducharnos como así también DESAYUNAR. Incorporarla a nuestra vida obteniendo de este modo un rendimiento óptimo.
Nuestro organismo requiere consumir alimentos para tomar fuerzas comenzando a funcionar luego de un merecido descanso, nos semejamos a una máquina la que debe tener sus piezas en perfectas condiciones para ponerla en marcha.
Es necesario que tomemos yogur, leche, infusiones, café, jugos, como así también comamos cereales, frutas, panes, tostadas, mermeladas, quesos variados, manteca, todo aquello que nos guste alimentándonos al mismo tiempo.
No se trata de un lujo sino de una necesidad, está comprobado que todo aquel que realiza esta comida desarrolla sus actividades con mayor vitalidad sumándole mejor estado anímico. Mejor aun si tenemos la posibilidad de realizarlo en familia como la cena.
Dado que el almuerzo no se lleva a cabo debido a las responsabilidades de cada uno. En algunos casos, en semana la cena no es posible realizarla dentro del ámbito familiar ya que cuando nuestros hijos son mayores concurren a sus estudios o actividades deportivas en horarios nocturnos.
¿Se preguntarán el desayuno que les propongo en cuál de todas las canastas familiares que nos ofrecen se ve reflejado? Les respondo: ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ en ninguna!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Aún así pensemos en nuestra SALUD es primordial, debemos cuidarla, mimarla, si ella es óptima obviamente nosotros nos sentiremos plenos como así también felices.
Mercedes Giangrande