Analía Bustamante habla, durante el programa radial «La Naranja», sobre la Plaza Lavalle, ex Plaza del Parque y Hueco Samudio. En el viejo Buenos Aires no existían plazas propiamente dichas. Había barrios enteros, barrios populosos, sin plaza alguna, cuyos habitantes no tenían un lugar donde respirar en las tardes y en las noches sofocantes de los veranos de antaño. En las estrechas calles, de carácter semicolonial, había árboles, más árboles de los que hay en la actualidad. Había ombúes centenarios en las calzadas, sauces y talas de alta copa que daban una nota de alegría en las largas y angostas vías de la vieja ciudad.
La mayor parte de las actuales plazas eran terrenos baldíos, los famosos «huecos», algunos de los cuales alcanzaron muy mala fama durante el gobierno de JUAN MANUEL DE ROSAS, como el de «doña ENGRACIA», y el de «Cabecitas», el de «los Sauces», donde se refugiaban los bandidos y merodeadores de la noche.Fuente: El arcón de Buenos aires.