Se llama «Picsa», y es una pizzería argentina ubicada en Nicaragua al 4800, que ofrece corte al molde y se presenta como «muy argenta». Los colores que la adornan son celeste y blanco , como si la bandera argentina la abrazara y, como si eso fuera poco, en su fachada se destaca un cartel que dice: «Representantes del Pueblo de la Nación Argentina de la Picsa«.
Picsa es la pizzería argentina re-inventada por Estanislao Carenzo, Pablo Giudice y Mariano Gargiulo, artífices de Sudestada y Chifa. Partiendo de la receta tradicional argentina Picsa ha creado un masa propia, elaborada con tres harinas diferentes, que se deja reposar durante veinticuatro horas antes de su doble cocción en nuestro horno de leña.
Los platos calientes se preparan en un antiguo horno de leña, elaborado por Jumaco & Maestro, cuarta generación de fabricantes de hornos de panadería en Madrid. Para cocinar, se utiliza leña de encina de tala controlada.
Es importante destacar que, en lugar de utilizar el queso mozzarella popular en la cocina italiana, Picsa crea y confecciona su propio queso a partir de dos variedades gallegas y otras dos cuyo origen es el secreto mejor guardado de la casa.
Por otro lado, el café, firmado por la «casa de cafés & espressos» Toma Café, se elabora en una auténtica máquina italiana traída de Milán.
Por cierto, la carta de vinos está elaborada por el conocido experto en gastronomía Federico Oldenburg, quien ha incluido una amplia variedad de referencias nacionales e internacionales, especialmente seleccionadas para acompañar nuestros platos.