Cada día un tema distinto nos conmueve, lamentablemente por la forma en que se desliza, a través de la violencia, evidentemente no aprendemos más. Se mezcla la necesidad, el hambre, la codicia, la violencia de género, el perjudicar al otro sin importar las consecuencias.
El argumento no es nuevo, se reitera año tras año, de modo cada vez más agresivo, los robos son moneda corriente no alcanzando que generalmente alguien pierde la vida. Aún no se toma conciencia de lo que esto significa.
Si se trata de la elección de un rector “un escándalo” ¡¡¡¡¡¡¡¡¡el que excede los límites de todo individuo!!!!!!!!!!! No es obligación estar de acuerdo con la persona elegida, no obstante no se justifica el episodio ocasionado. El gran desorden no conduce a nada, no se asemeja a un alumno de la Universidad de Buenos Aires, a la que considero ser un lujo pertenecer.
Como si fuese poco un “alerta” con los saqueos típicos del mes de diciembre, algún saqueo se produjo, parece que las autoridades estarán expectantes para evitar que se reiteren, me refiero a la capital. Lo ocurrido en otras ciudades del país es de conocimiento público, demás está decir que no existen palabras para calificarlo.
Se comenta que adelantarán el pago del aguinaldo como medida para calmar los ánimos, evitando estos desmanes atroces. Si se piensa en un nuevo modelo de vida compuesto por educación, trabajo con salarios dignos, un techo que no se llueva, una alimentación adecuada, sería lo correcto.
Logrando que la conmoción por no decir motín, revolución o rebelión se transforme en “PAZ”, tan sólo tres letras que representan algo tan importante: seguridad, protección, sentirse a salvo.
Mercedes Giangrande