Por Jorge Truscelli. Nadie es dueño de tu felicidad. No dejes tu alegría, tu paz o tu vida en manos de nadie.
Cada uno es artífice de su propio destino, salvo cuando circunstancias y hechos provocados por terceros , nos modifican el mismo. Por eso , busca gente que te rodee, sea familia, pareja, amigos o compañeros, los que te den toda esa contención y alegría que se necesita para vivir saberse rodear. También es parte del arte soñar una vida mejor, sin imposición o egoísmos. Siempre dando lo mejor que tiene el ser humano a través de la libertad de saber decir si o no , sin que aquel que dice quererte lo acepte. Por eso, si así lo hace, te querrá de verdad. De lo contrario , serás una posesión. De este modo, es importante entonces vivir y elegir tu mundo para poder equivocarte vos y no por los demás.