Cuando, en 1867, se estableció como límite norte de la ciudad el Arroyo Maldonado, empezó un crecimiento vertiginoso que planteó nuevas necesidades urbanísticas.
Juan Antonio Buschiazzo tuvo a su cargo la creación de nuevos barrios. Uno de ellos fue Villa Alvear (hoy Palermo), donde se diseñó un “barrio dentro del barrio”: una superficie de ocho manzanas, desde las calles Cabrera a Costa Rica y de Gurruchaga a Thames, dividida por pasajes y plazoletas.
Toribio Achaval explica que, algún escritor nombró así a la zona de la plaza redonda que se gestó entre Serrano y Honduras, en torno a la cual circulaban los tranvías que iban al Balneario Municipal.
Cuatro pasajes cruzan este lugar: Coronel Cabrer, Soria, Santa Rosa y Russel. Con un trazado no demasiado recto, que nos recuerda el sabor arrabalero del barrio, encantan con santarritas colgantes, fachadas intervenidas, graffitis estilo pop-art y suelos empedrados.
Datodecolor: La movida cultural de sus murales convoca a multitudes de turistas de todo el mundo.
“Por el tiempo del Centenario, vivíamos en el Pasaje Russell, en una casa larga y angosta. La puerta del fondo, que siempre estaba cerrada con llave, daba a San Salvador. En la pieza del altillo vivía mi tía, ya entrada en años y algo rara”.