La primavera no llegò aùn pero, acostumbrados a vivir estos veranitos de San Juan tan imprevistos, no sòlo los seres humanos avistamos una sensaciòn de calor, casi permanente, tambièn los pàjaros asì lo sienten. Nada mejor que visualizarlo y sentirlo como se vive a pleno en el Rosedal de Palermo. Aquì, con una mùltiple fauna de aves, podemos disfrutar de los loros (catitas en su mayorìa), tal vez algùn guacamayo perdido, gansos y patos. Todos ellos, ya forman parte de la poblaciòn palermitana.
Catita (Myiopsitta monachus)
La cotorra común o Catita procede de Sudamérica. Su lugar de origen se encuentra en Argentina pero también habita en Uruguay, Paraguay, Bolivia y sur de

COA Carancho
Brasil. Suelen vivir en bosques y montes o espacios con árboles más abiertos adaptándose muy bien a distintas temperaturas.
En su hábitat natural son muy sociables con otros miembros de su especie lo que les lleva a vivir formando grandes colonias. Suelen montar nidos-vivienda en las ramas de los árboles, donde se camuflan con el follaje de las hojas gracias al color verde de su plumaje. Pueden formar grupos algo ruidosos que conviven juntos y se defienden de los intrusos con un fuerte piar característico. De vuelo rápido y recto, suelen desplazarse a poca altura del suelo en grandes bandadas o en pequeños grupos. La cotorra común tiene un andar propio, ligero y risueño.
Rasgos físicos
Se trata de un ave de tamaño medio, su longitud ronda los 29 cm. Se caracteriza por su cabeza redonda, pico curvado y cola escalonada. Su plumaje es muy vistoso siendo su color predominante el verde, pudiendo presentar también tonos turquesa. Sus patas y fuertes uñas están adaptadas para trepar troncos de árboles.
Video en el Rosedal