Por Jorge Truscelli. Si supieras que la comida que en veces desperdicias, a otra persona le hacen falta, no lo harías.
Los niños de la calle comen lo que pueden. Sus estómagos no siempre están vacíos, pero probablemente estén desnutridos. Sus cabellos cobrizos pueden parecer agradables, pero seguro que es un signo de una seria carencia de las vitaminas adecuadas. Si no hay suficiente dinero, entonces siempre están los contenedores de basura en los que escarbar. También las puertas de atrás de algunos restaurantes que tiran las sobras al final de la noche y cualquier cosa que se pueda encontrar, servirá para paliar sus necesidades. Así, este flagelo no exime raza, color, política, religión o país, ya que es un problema mundial. Cuanto mas alto es el rango mas es su responsabilidad por ellos, pero no dejemos de hacer lo que podamos, por mínimo que sea.
Es importante destacar que hay cientos de formas. Por ello, toma la que quieras: es simple , es un poco de actitud y amor, entrégaselo a ellos. El futuro, se compone con lo que cada uno vamos dejando en esta vida. Tal vez, no sé cuánto podré cambiarles la vida, pero no quiero irme sin dejar, como sigo hasta ahora de ayudar al que ms necesita´. Vos podés, te faltarán mil cosas, y seguro te pasarán otras. Obvio a mi también, pero no me da la cara para que eso sea una excusa. Por eso, cuando tengas un rato, no sólo los ayudarás a ellos , si no a ti mismo.