Segú Econews, un reciente estudio publicado en la revista científica Applied Animal Behavior Science reveló que los gatos pueden experimentar el duelo tras la muerte de otro animal de compañía, incluso si es un perro.
Investigadoras de la Universidad de Oakland encuestaron a 412 compañeros humanos de gatos para explorar cómo reaccionan estos animales ante la pérdida.
Los resultados fueron sorprendentes: muchos gatos mostraron cambios significativos en su comportamiento, como menos ganas de jugar, menor apetito y un aumento en el tiempo que pasan solos. Estos signos son similares a los que experimentan las personas cuando atraviesan un duelo.
Según Infobae, expresa que, las científicas reconocen que puede haber ciertos comportamientos que hayan sido una proyección de la angustia de los tutores hacia el gato, o intentos de consuelo por parte del felino. Esto es así, ya que en la investigación se notó que los tutores que sentían más tristeza eran más propensos a declarar que sus gatos pasaron por un período de duelo. También es posible que su actitud haya cambiado al haber una mascota menos en el hogar.
Por otro lado, en el estudio explican que “si los cuidadores informaron de un apego evitativo con el gato fallecido, informaron mayores disminuciones en los comportamientos similares al duelo en los gatos sobrevivientes después de la muerte, lo que sugiere que los cuidadores sin vínculos de apego fuertes y seguros eran menos propensos a percibir que sus animales sobrevivientes experimentaron dolor”.
Múltiples análisis e investigaciones anteriores realizadas en otros mamíferos demostraron que el duelo se activa luego de la angustia que sufre un animal al estar separado de su compañero. Esto sucede debido a la liberación de los neuroquímicos asociados con el apego y los vínculos animales, según manifestaron las expertas.
Las conductas que mostraron los gatos son parecidas a las que se observaron en perros en estudios anteriores. Esta similitud en la manera de actuar de ambos animales de compañía es sumamente interesante, ya que los felinos provienen de ancestros no tan sociables mientras que los caninos evolucionaron de animales que vivían en manadas, por lo que el duelo era una manera de mantener los vínculos dentro del grupo, acorde a hipótesis científicas.
Para concluir, el portal educadorfelino.com.ar , nos enseña que, con el transcurso de los años, nuestros gatos desarrollan lazos afectivos que fortalecen las respuestas emocionales de apego hacia nosotros y hacia sus compañeros felinos. Simultáneamente al fortalecimiento de estos lazos de apego, se fortalecen las respuestas emocionales antagónicas cuya función es equilibrar a las primeras de acuerdo al principio homeostático de regulación emocional que ya hemos explicado. La pérdida del estímulo de estas respuestas primarias de apego, que somos nosotros y sus compañeros felinos, deja paso libre a las respuestas antagónicas de duelo que hasta ahora se mantenían en equilibrio. Dichas respuestas emocionales se vuelven más intensas cuanto mayor haya sido el tiempo transcurrido en contacto con el estímulo elicitador afectivo y más repentina haya sido su pérdida.