Por Ana Leguìsamo Rameau. “Artistas que la luchan”, podrìamos llamarle popularmente a estos movedizos y creativos que se dispersan por toda la ciudad de Buenos Aires. Los hay muchos y en sus distintas disciplinas y en barrio pero, en Monserrat, es indiscutidamente donde màs se visualizan estos hombres y mujeres raros que entregan su arte a la gorra. Allì, el pasante, muchas veces se cuestiona còmo puede ser que tanto talento estè puesto a merced y al filo de lo hinòspito de las calles.
Cuando la nueva y frecuente ola de la inmigraciòn latinoamericana llegò, màs mùsicos se sumaron a esta movida cultural donde los porteños tambièn pueden disfrutar de distintos estilos. Por ello, tambièn cubanos, colombianos, peruanos y tantos otros vecinos convergen en las calles del Casco Històrico para ofrecernos diferentes gèneros y estilos tambièn.
Quenas que suenan, baterìas por otra parte, saxos y guitarras, hombres y mujeres que meditan en el aire, otros que hacen de estatuas y se mueren de frìo ante las inclemencias del tiempo, se pasan el dìa dando todo de sì. Màs allà hay, los que estàn en remeras tocando algùn tema reggae , tal vez homenajeando a Bob Marley, cuando la mañana cae serena con un frìo de 2 grados que corta la piel, mientra el pùblico que transcurre viaja en tapados, campera o pantalones de corderoy o lana.
Asì es la City , hay para todos y para todos los gustos pero, nadie puede negar que Buenos Aires es una de las madres de la creatividad absoluta.
Bienvenida sea tanta cultura puesta al dìa y a la gorra.