
A medida que los gatos avanzan en edad, los huesos y las articulaciones sufren cambios y puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades degenerativas y óseas.
La inflamación de las articulaciones, suele ser muy frecuente en gatos mayores de 7 años y la mayoría de las veces es acompañada de dolor. Esto puede afectar el apetito, que no quiera correr, saltar, trepar o lo haga, pero con dificultad.
Cuando presentan dolor, es normal que los gatos prefieran evitar el contacto físico, escondiéndose en lugares inhóspitos y hasta estén algo huidizos e irritables. Por lo que si notas alguno de estos síntomas es importante consultar con el veterinario lo antes posible para que pueda realizar la evaluación, diagnóstico y tratamiento correspondiente.