El laboratorio de energías renovables de La Boca, una experiencia única. Dependiente del Programa Escuelas Verdes del Ministerio de Educación, constituye un espacio innovador donde alumnos y docentes aprenden sobre los cuidados del medio ambiente con el equipamiento tecnológico adecuado.
El barrio de La Boca cuenta con una experiencia única en la Ciudad: el primer “Laboratorio Interactivo de Energías Renovables y Eficiencia Energética” que funciona en la Escuela Media 3 D.E. 4, y que no sólo enseña a sus alumnos sobre cuidado del medio ambiente sino que también capacita a docentes de otros establecimientos.
Pero la experiencia de intercambio es aún mayor, porque los jóvenes son los encargados de oficiar de “embajadores” de la energía sustentable ante estudiantes de otros colegios que visitan el lugar
Ubicada en Palos 210, la escuela empezó este año recibir visitas de alumnos de otros establecimientos educativos de la Ciudad con el objetivo de promover y fomentar las energías renovables y el ahorro energético.
Desde 2014, el lugar fue incorporando nuevos equipos, por lo que hoy cuenta con aerogenerador, horno solar, colector solar térmico, bicigenerador, instrumentos de medición de variables ambientales, medidores de consumo de energía y una estación meteorológica, además de instalaciones fotovoltaicas y un molino eólico que aporta la electricidad.
El trabajo
El laboratorio es un centro de aprendizaje interactivo en el cual los alumnos estudian los procesos y conceptos físicos involucrados en la generación de energía, además del funcionamiento de los distintos equipos que se utilizan para el aprovechamiento de las fuentes renovables.
A través de la dinámica de talleres teórico-prácticos que coordina el Programa Escuelas Verdes, los jóvenes tienen la posibilidad de interactuar con las nuevas e innovadoras tecnologías existentes para el ahorro y el uso responsable y eficiente de energía.
Compuesto por 10 estaciones de trabajo con diversas herramientas, permite experimentar, medir y diferenciar los procedimientos elementales para el ahorro energético y el aprovechamiento de las diversas fuentes renovables, como solar, eólica, cinética y fotovoltaica.
Para consolidar el conocimiento adquirido, los alumnos trabajan con los equipos y maquetas que se encuentran tanto en el aula del laboratorio como en la terraza de la escuela. De este modo, se interiorizan sobre las diversas formas y modalidades que existen para generar electricidad de manera sustentable:
Solar: El laboratorio cuenta con un panel solar fotovoltaico para obtener energía eléctrica, un colector solar térmico para generar agua caliente y un horno solar que transforma la radiación del sol para conseguir energía calorífica y producir alimentos.
Cinética: Hay un bicigenerador para que los alumnos observen en una pantalla cuánta energía eléctrica estarían produciendo sólo con la fuerza de su pedaleo.
Eólica: En la terraza de la escuela hay un aerogenerador que aprovecha la fuerza del viento a través de un generador que transforma el movimiento de las aspas en energía eléctrica.
Undimotriz: El establecimiento posee una gran pecera donde se simula el movimiento de las olas del mar para demostrar cómo este proceso natural, gratuito e inagotable, puede generar energía eléctrica mediante una cadena de engranajes y mecanismos.
Cooperación
El establecimiento se construyó en el marco de la cooperación energética vigente con Berlín, que dio inicio al proyecto “Gestión sostenible de la energía en el sector educativo de la Ciudad de Buenos Aires”.
Como parte de un proyecto promovido por la Gerencia de Cooperación Internacional, además del Ministerio de Educación participaron de este proyecto la Agencia de Protección Ambiental, la Fundación Manos Verdes y dos organizaciones de la sociedad civil de Berlín: el Independent Institute for Environmental Issues (UfU) y la Agencia de Energía de Berlín (BEA).