El Parque Ferroviario se ha mejorado con paneles de Grama Bahiana. Ocurre que, desde hace varios días atrás, la tierra que ocupaba el centro del predio, fue ocupada por paneles de césped.
Hablamos con uno de los obreros que llevan adelante el trabajo y nos explicaron que el tratamiento que están llevando adelante lo realizaron con Gamma Bahiana que, según lo que nos argumentaron, es más fuerte y potente que el pasto común y más pequeño.
Uno de los trabajadores nos explicó que, la Gamma Bahiana debe colocarse al instante sobre la tierra y, al regarla, esta prenderá automáticamente sobre el suelo.
Es importante destacar que, la grama debe permanecer corta para que luzca hermosa. De esta manera podrá recubrir por completo la tierra.
Por eso, para que el podado sea adecuado, deberá efectuarse una vez cada cinco días, específicamente en primavera. Durante esta estación hay que vigilar que no crezca en exceso. Si es necesario disminuir su elevación, se sugiere hacerlo poco a poco, para que no haya disparidades en los cortes.
Por sus características, la grama bahiana es vista como una especie de “colchón” apretujado y agradable al tacto. Este césped crece con una asombrosa velocidad.
Sin duda alguna, la grama bahiana se ha convertido en una de las predilectas para expandir en las áreas de pastoreo. También es ampliamente utilizada en jardines o parques recreativos, debido a su valor ornamental y fortaleza.
Por otro lado también, vecinas del barrio se acercaron y hablaron con el arquitecto que lleva a cargo la obra y le solicitaron planten más arboles ya que el Parque Ferroviario carece de sombra, y es muy importante, hoy en día, estar al resguardo de los rayos pues los calores son muy intensos.
De este modo, el arquitecto de obra se comprometió a conversar con Martín Cantera, el Presidente de la Junta Comunal, para proceder a la plantación de más arboles.
«Es importante», dijo una vecina, haya más sombra, sobre todo también, porque, desde hace un mes atrás, el Parque de las Ciencias ha cerrado y ese era un sitio al cual emigrábamos cuando buscábamos más sombra»