Desde su apertura, en noviembre de 2006, el Centro Cultural Coreano se ha convertido en el epicentro de la cultura coreana en Buenos Aires. No sólo se encarga de la parte artística. Lleva a cabo también eventos y actividades para difundir su historia, su idioma, su gastronomía, sus costumbres y todo lo referente a su cultura.
El Centro funciona en una casa pintoresca de dos pisos, ubicada en Av. Libertador y Figueroa Alcorta, y ofrece un panorama bastante amplio de la cultura coreana: pantallas de plasma que transmiten en vivo las telenovelas más populares de la televisión coreana, reliquias antiguas, coronas principescas de oro puro, piezas de cerámica; todo convive entre sus paredes. Además, el Centro cuenta con una biblioteca y un extenso programa de eventos, y propone desde clases de idioma coreano (hangeul) a proyecciones de películas de directores coreanos, como el director de cine independiente Park Chan Wook.