Más allá de las flores primaverales que ocupan las aceras, también los frutos hoy han colmado las calles y veredas de Palermo. Son los frutos de estación como las moras, los nísperos, los burucuyás y los higos, entre sus grandes variedades, que se preparan para adornar las cuadras del barrio.
Cabe destacar que, las frutas y hortalizas se pueden clasificar según su color en 5 grupos: verde, amarillo-anaranjado, blanco, azul-violeta y rojo. El verano es una estación ideal para aprovechar todos los colores y los beneficios nutricionales que ofrecen. Aquellas frutas y hortalizas de color verde tienen muy pocas calorías y son ricas en vitamina A, B9, C, K y minerales como magnesio y potasio; las de color amarillo-naranja poseen carotenos que favorecen la formación de vitamina A y tienen efecto antioxidante; las blancas contienen compuestos azufrados (anticancerígenos), almidones y vitaminas del complejo B; las azules-violetas contienen antocianina que tiene efecto antioxidante y minerales como potasio, magnesio y vitaminas del complejo B; y las rojas son fuente de carotenoides, vitaminas A, C, y ácido fólico, entre otras vitaminas del complejo B y su color se debe a la presencia de un potente antioxidante, el licopeno.
En el caso de las moras, ellas manchan las baldosas de la esquina entre Godoy Cruz y Costa Rica. Por ello, ante tal tentación, no pudimos evitarlo y comimos algunas de sus frutas y nos enteramos que son una verdadera delicia de sabor rico, maduro y dulce.
Es importante destacar que, el morero crece en forma desprolija, con ramas salientes. Su hoja es lobulada, de tono verde claro. En diciembre da sus frutos y las moras pueden pueden ser blancas o negras. Otra clave es que, donde hay moras, hay pájaros en sus copas.
Por otro lado, Palermo también tiene nísperos de mediana altura y hojas largas corasias, como una pelusa, verde oscura. Dan fruta en octubre y no duran más que diez días.
Además, en el barrio podemos encontrar, sobre todo en sitios más salvajes como baldíos, los frutos de la Pasifflora o Mburucuyá Esta trepa por medio de unos zarcillos simples, que nacen de las hojas, y que puede llegar a formar masas enmarañadas. Su crecimiento es muy rápido y posee hojas alternas, persistentes, pecioladas, con el limbo profundamente dividido en cinco lóbulos oblongos y casi enteros.
El fruto es una baya oval de color naranja amarillenta de 6 cm de largo por 4 cm de diámetro, que contiene numerosas semillas. Este constituye el alimento de mamíferos y aves, los cuales dispersan las semillas.
Su flor es extremadamente bella de color azul celeste al púrpura claro. Sus flores suelen ser aromáticas y producen unos frutos en forma de huevo de color naranja, en la variedad edulis es comestible (fruto de la pasión).
Para cerrar, y en nuestro recorrido frutal, también encontramos esos exquisitos higos que nacen de las frondosas higueras con sus ásperas hojas verdes. Por eso, la vitamina C presente en los higos, en compañía de la fibra y minerales como el zinc, convierten al higo en un aliado contra los catarros y procesos gripales.
Para finalizar, recordamos que el limón es un fruto, por ello, hoy lo involucramos en nuestra lista de recorrido. Así, se destaca que , el limonero es un árbol que se adapta mejor a lugares soleados donde predomina un clima cálido la mayor parte del año. Especialistas aseguran que no tolera temperaturas muy bajas ni vientos fuertes. Los principales factores que dificultan su desarrollo son la sequía y el frío.
Al igual que todas las plantas, necesita abundante agua regularmente. También, lo ideal es abonar tres veces al año: en primavera, verano y otoño.
Para cerrar, hoy les mostramos algunas de las frutas refrescantes y saludables que nos trae la estación veraniega en nuestro barrio de Palermo, y además ahondamos en todos los nutrientes que puedes obtener de ellas.