Tiempo atrás se elaboró por medio de los economistas del gobierno un plan de precios cuidados, con la finalidad de que nos fuese más accesible adquirir los comestibles que utilizamos a diario. Al margen de que las familias más carenciadas tampoco los podían consumir.
Actualmente anuncian un aumento sobre dichos productos que alcanza entre un cuatro y en algunos casos hasta un seis por ciento aproximadamente.
Sabemos que no fue tarea fácil encontrarlos en todos los comercios, más allá de la recorrida para ubicarlos, si en un principio las familias de bajos recursos no lograban obtenerlos, con este nuevo incremento cómo harán para alimentar a sus niños, como así también ellos mismos.
Le sumamos el aumento del pasaje en ómnibus, aumento en la nafta que conlleva como es sabido a un aumento generalizado.
Parece ser que la única palabra que se escucha o se lee es aumento, aumento y más aumento. ¿Qué sucedió con los precios cuidados? ¿Surgió un descuido?
Pasaremos a ser una de las ciudades constituida por personas más delgadas por falta de alimentos o por el contrario de contextura más rellena por tener que alimentarse con suerte con un trozo de pan.
Pan que algunos comercios les guardan al final del día, siempre y cuando que tales comerciantes no se vean obligados a elaborar tostadas, para ser llevadas a la venta. Nadie desea perder ni derrochar nada, ni un trocito de pan.
Sabemos que estamos atravesando tiempos difíciles, no obstante que estos tiempos no se transformen en imposibles.
Mercedes Giangrande