Encontrá tu manera para ayudar a los que más lo necesitan. En medio de la vorágine moderna, cada vez hay más gente que hace un alto, resignando incluso horas de ocio, para colaborar con los demás. Vos también podés sumarte a la movida donando tu tiempo, tus habilidades o tu dinero. Enterate cómo y dónde.
Charlando con Verónica Salatino café mediante en la tadre del Domingo, compartimos los mismos conceptos y esto me comentaba.
No existe persona alguna en el mundo que, luego de haber hecho algo por el otro de manera desinteresada, no afirme que fue más lo que recibió que lo que dio. Es así. Podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que es ley. De hecho, es la segunda ley por la que se rige el universo, según menciona Deepak Chopra «El universo opera por medio de un intercambio dinámico. Dar y recibir son aspectos diferentes del flujo de energía en el universo y si estamos dispuestos a dar aquello que buscamos, mantendremos la abundancia circulando en nuestra vida».
Puede ser una acción u ofrecer recursos o rezar. El solo hecho de desearle algo lindo a alguien puede ser un acto de voluntariado. Todos tenemos suficiente tiempo, esfuerzo y energía para contribuir con algo bueno para los otros. Y cuanto más ofrecés para los demás, más te vuelve a vos. Es el acto de dar sin esperar nada a cambio.
Cosechás lo que sembrás
A menudo las madres y abuelas dicen que no debemos hacerles a los demás aquello que no queremos que nos hagan a nosotros. Si miramos la otra cara de esta misma moneda, podríamos decir entonces que sí debemos hacerles a los otros aquello que nos gustaría que nos hicieran. ¿Y quién no quisiera recibir ayuda desinteresada, una palabra de aliento o una mano a tiempo? La tercera ley que menciona Chopra en su libro es la del Karma o de Causa y Efecto, que asegura: «Cada acción genera una fuerza de energía que regresa a nosotros de igual manera. Cosechamos lo que sembramos. Y cuando optamos por acciones que les producen alegría y éxito a los demás, el fruto de nuestro karma es también alegría y éxito». De esto se trata, porque al dar, uno recibe, por sobre todas las cosas, amor. Es una sensación de felicidad única, intransferible, que sólo podés entender si la experimentás y que te lleva a querer dar más y más. «Para ser voluntario no hace falta nada más que el sentirse conectado con algo más que con uno mismo. Empieza con tu familia, sigue con tu familia más lejana, luego tus amigos, tus vecinos, tu barrio, tu comunidad y la naturaleza». «Ayudar no significa darles a los otros lo que quieren. Significa elevar la conciencia, poner una sonrisa en el rostro de otras personas o alegrarlos».
Todo, hasta lo más mínimo, sirve, suma, ayuda. No creas que tenés poco para dar: aquello que para vos es poco, para otros puede ser mucho y hasta determinante. «Ayudar no depende de tu dinero, depende de tu voluntad. Sólo ir y escuchar, como ir a un hospital o a un geriátrico y compartir momentos con alguien, ayuda. No se necesita nada. Pensamos que para hacer servicio hay que sacrificar nuestra riqueza, entregar dinero. ¡No!», «Se trata de compartirte a vos misma».
Poné tu granito de arena…
En la cocina
• Manos que Ayudan: es un programa de la fundación El Arte de Vivir que apunta a elevar los valores humanos y la calidad de vida de la gente en situación de calle. Todos los días, un grupo de voluntarios cocina y recorre los barrios compartiendo un plato caliente, un abrigo o contención emocional. lamasnosqueayudan@gmail.com.
• Recorridas por el Frío: es una propuesta similar a la anterior, pero organizada por la Fundación Sí. Nació en 2009 y hoy ya cuenta con dos mil voluntarios, que salen a la calle a diario con alimento y abrigo para acompañar a quienes viven a la intemperie. Llevan sopa caliente, que oficia de llave que les abre puertas para darles más ayuda a quienes lo precisan (atención médica, búsqueda de trabajo, reinserción escolar, etc.). Están en la Ciudad de Buenos Aires, Gran Buenos Aires, Mar del Plata, Córdoba, Rosario, San Miguel de Tucumán y Posadas. recorridas@fundacionsi.org.ar.
• La Voluntad del Cielo: es una asociación civil sin fines de lucro, ubicada en Lugano, donde dan de comer, de lunes a sábados, a 350 personas, en su mayoría niños. Son chicos carenciados que concurren ahí para recibir desayuno, almuerzo y merienda, pero tienen sólo dos cocineras. Si te animás, precisan manos, no sólo para hacer la comida sino también para poner la mesa y más. También precisan donaciones de alimentos no perecederos, leche, ollas grandes y utensilios de todo tipo.
Con tiempo
• Abuelas Cuentacuentos: en 1999 se creó este programa en la ciudad de Resistencia, Chaco, que consta de voluntarias que leen en escuelas, hospitales, orfanatos, bibliotecas populares, institutos para ciegos, comedores infantiles comunitarios, geriátricos, cárceles y parroquias. Hoy están en Buenos Aires, Santiago del Estero, Córdoba, Santa Fe, Corrientes, Chaco, Entre Ríos y Misiones. Desde hace unos años, este programa impulsado por la Fundación Mempo Giardinelli es coordinado por el Ministerio de Educación de la Nación y PAMI. leecuentos@pami.gov.ar.
• Leyendo Juntos: bajo ese nombre funciona el grupo de voluntarios que les leen cuentos a los chicos que están internados en el Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez. Lo organizan desde Dale Vida, el club de donantes voluntarios de sangre del hospital, y funciona desde 2008. Pueden ir hombres y mujeres de todas las edades. Tienen una biblioteca (que recibe donaciones también) y lo único que piden es que puedas asistir al menos una vez a la semana, durante una hora y un poquito más (seis horas por mes) para recorrer las diferentes unidades. dalevida.org.ar, dalevida@fibertel.com.ar.
• Un minuto de vos: sí, te piden sólo sesenta segundos de tu tiempo. Proponen alternativas concretas para que puedas participar porque están convencidos de que sumando minutos de diferentes personas se alcanzan resultados trascendentes. Realizan eventos, por ejemplo, en lugares estratégicos de la Ciudad, y ahí te invitan a parar por esa fracción de tiempo y hacer una actividad (como envolver un regalo que será dado a un chico). ¿Cómo ayudás? De muchas maneras: como voluntario, colaborando con las tareas relacionadas con sus diferentes misiones; como difusor minutero, simplemente dando a conocer la propuesta; o como donador puntual, con contribuciones para cada misión, según lo que precisen. info@1minutodevos.com.ar.
Con plata
• Café Pendiente: es una iniciativa nueva en el país, pero que ya tiene miles de adeptos. La finalidad es ayudar a la gente en situación de calle. ¿Cómo? Cuando entrás a un local gastronómico que tiene el logo de Café Pendiente, pagás una o más tazas de café para alguien sin recursos. Ellos luego se encargan de ofrecérselo a quienes no pueden pagarlo. Ejercitá la confianza y ayudá a otros con muy poco. uncafependiente.com.ar.
• Vacunas para perros: la Asociación Protectora San Francisco de Asís se encarga de cuidar, sanar y reubicar a casi 400 animales. Y para que no se enfermen, igual que las mascotas de tu casa, precisan vacunarse todos los años. Cada vacuna cuesta $30, pero no reciben ayuda de ninguna entidad gubernamental. Necesitan 385 dosis antes de que termine el mes de julio. Además, podés colaborar todo el año con un donativo mínimo de $10, destinado a alimentos y otros cuidados. voluntarios_sfa@hotmail.com, refugiodeanimales.com.ar.
• Unicef: para hacer algo por los chicos, ningún referente más fuerte que esta ONG internacional. Para enterarte del destino de todo el dinero que recaudan, navegá su web (unicef.org.ar), vas a asombrarte. Tienen el programa Amigo de los Niños, que reconoce y agradece a quienes realizan sus aportes con un montón de promociones y beneficios. Te dan una tarjeta para que exhibas en las empresas adheridas y accedas a más de 300 beneficios en gastronomía, entretenimiento, turismo y compras. Podés sumarte con diferentes montos y de muchas maneras. Andá a la solapa «Colaborá» de la página y enterate de cómo hacerlo.
Patricia Núñez Vega