He soñado alguna vez con llegar a la” luna”, ¿con qué me encontraré? La luz que irradia es maravillosa permitiéndome dejar volar mi imaginación, visualizando distintas figuras. Dentro del universo su presencia es fantástica, sus cambios geográficos la presentan como una reina, dueña del espacio que se le asignó. De la mano del sol, dado que uno acompaña al otro, permitiéndose mostrar sin reparo alguno.
Naturaleza magnífica para desarrollar un sistema increíble como ambos se esconden para dar paso al otro. La luna se hace presente con tal autenticidad como una gran señora, desde todas sus fases, sintiéndose como tal no importándole su tamaño, dado que es muy segura de sí misma.
Sus ciclos son imposibles de expresar o descifrar con palabras, de desliza cual modelo por la pasarela con variadas vestimentas que le asignan las que hace brillar. Acompañada de las estrellas o de las nubes de acuerdo a la ocasión no deja de impactar.
Si se la ve en el campo a cielo abierto nos regala un paisaje exquisito no siendo menor si la descubrimos en la ciudad en medio de elevados edificios.
La dama que se oculta durante el día engalana las noches ofreciéndonos su compañía, sumándole la posibilidad de olvidarnos por unas horas las responsabilidades que nos aguardan al día siguiente. Logrando dejar nuestra mente en blanco disfrutando de un merecido descanso.
Días atrás provocó un cambio en su aspecto, el que atrajo la atención de más de uno. Tal vez en los horarios que asoma no serán los más adecuados, no obstante es válido aguardar su aparición dado que nos aleja por un instante de la realidad que vivimos.
Mercedes Giangrande













