Días tranquilos en donde podamos elegir qué actividad queremos realizar sin estar obligados a elegir algo puntual. Estado de paz encontrándonos distendidos, sintiendo que comenzamos a relajarnos.
Sin estar sujetos a nada, sin obligaciones de por medio. Clima especial que circula en el ambiente, en el que los integrantes del mismo respiramos y disfrutamos. Alegría inconsciente desplegamos a través de nuestros poros, que perciben quienes nos rodean. Sorprendiéndose del cambio más que evidente que provocamos.
Nos manejamos con naturalidad creando nuevos proyectos los que nos beneficiarán, al menos esa es nuestra intensión. Ansias de realizar todo aquello que nos permite el tiempo libre que nos dejan nuestras obligaciones.
Como ejemplo pasar un día al aire libre oxigenándonos, cargando nuestra mente de energía positiva, la que por momentos dejamos de lado debido a tantas preocupaciones que debemos afrontar. Expectantes a transitar por un camino plano, es decir sin obstáculos de por medio, en donde encontramos el remanso que nos merecemos.
Mercedes Giangrande