Implica que posee una protección especial debido a sus valores urbanístico-ambientales, arquitectónicos, histórico-testimoniales o simbólicos. Esta catalogación se determina por el nivel de protección: integral, estructural o cautelar.
La protección integral reconoce a aquellos inmuebles de especial interés por sus altos valores histórico-culturales, arquitectónicos y urbanos. Son piezas que, por su relevancia, se convirtieron en hitos referenciales de la ciudad.
En estos casos, solo se admiten trabajos de conservación o restauración, pero no se permite modificación alguna ni en su exterior ni en su interior. Algunos ejemplos son: el Obelisco, el Palacio San Martín o la Catedral Metropolitana.
Según Toribio Achaval, existe un dato de color y es que la mayoría de las propiedades catalogadas de Buenos Aires están en los barrios de Monserrat, San Nicolás, San Telmo, Palermo Chico y Barrio Parque. Y los estilos más preservados son el academicismo francés, el art nouveau, el liberty italiano y el modernismo catalán.