Deberíamos tener en cuenta un listado de prioridades en nuestras vidas, debido a la situación que transitamos en la actualidad, vivimos pendientes del dinero como así también de qué debemos pagar cada día. “Money, money, money, money” nos trae el recuerdo que identificó a la famosa actriz y cantante Liza Minelli.
No obstante no falta la ocasión para que alguien, no importa quién nos haga reaccionar, días pasados realicé un llamado informando que no podía realizar un pago en la fecha indicada. Con tal angustia que no me permitía expresarme con claridad.
Quien escuchaba mi relato en un punto de la charla me dijo RELAJÁ, término de actualidad nada mejor empleado en esta ocasión, se produjo un silencio de ambas partes. La persona que se encontraba del otro lado de la línea retomó la conversación.
Percibí un tono tratando de darme ánimo como así también dejaba notar un dejo de tristeza que intentaba ocultar. Trajo a colación que no era común que ella atendiese el teléfono, que cuando me comunicaba me atendía su sobrina, una joven de veintiséis años quien la escuchaba siempre alegre, repleta de vitalidad.
Aquí viene la noticia: esa joven a la que hice mención había sido partícipe de una intervención de gran importancia en la que le habían diagnosticado un tumor maligno, esperándole un tratamiento de seis meses.
La noticia me paralizó.
Además agregó: aquí ni con todo el dinero del universo se puede mejorar la situación, sólo queda rezar, encomendándonos con toda nuestra fe, esperando el resultado de los acontecimientos.
No damos por sentado el no ser responsables con nuestras obligaciones, sino el darle un lugar de prioridad a nuestra SALUD.
Mercedes Giangrande