Por Roberto Villalobos Atlas. En el año 2010, el informe de Naciones Unidas sobre la violencia contra niñas, niños y adolescentes (NNyA), aseguró mediante un estudio, que la agresión hacia los niños era un problema global. Sin perjuicio de ello, existe un compromiso para eliminar esta práctica, plasmado en la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), instrumento internacional incorporado a la Constitución de la Nación Argentina en 1994, que poco tiene lugar en la actualidad, dado que la profanación contra el colectivo niñez se desarrolla en todos los Estados, es decir, cruzando todo tipo de fronteras, sin distinción de credo, edad, educación y clase social. Las principales vulneraciones son: violencia, trabajo infantil, explotación y abuso sexual.
A menudo, en los lugares que frecuentamos, sea trabajo, casa de estudio, club, o barrio; presenciamos diversas formas de violencia hacia NNyA, tales como hostigamientos, maltratos y exclusiones; la erradicación de estos sucesos requiere cooperación y colaboración de la sociedad en general para poder conformar una alianza estratégica en post del respeto hacia ellos.
Existe una notable diferencia entre la normativa que rige actualmente y los hechos fácticos, de modo que, es necesario concientizar a todos y cada uno de los ciudadanos, sobre el contenido de las normas más importantes que protegen los derechos de NNyA.
Se puede vislumbrar que en todos los análisis impulsados por expertos universales sobre esta materia, arrojan como resultado que los entornos más frecuentes en donde se desarrollan estas prácticas de violencia son, en primer lugar, el hogar y la familia; seguido por la escuela; los sistemas de protección y justicia; el lugar de trabajo y, por último; la comunidad toda. Lamentablemente, una ínfima proporción contra éstos seres inocentes es investigada posterior a las denuncias, por lo tanto, muy pocos autores materiales llegan a ser procesados y/o condenados.
En relación a la educación, factor primario de todo niño para su formación, existe actualmente una tensión entre esta y el trabajo infantil; estudios académicos reflejan las diferentes situaciones que padecen los niños y adolescentes para acceder al sistema educativo, más aun en cuanto a permanecer y egresar de este. A consecuencia, se posiciona a la educación como una alternativa frente a la violación de derechos sobre los infantes que trabajan.
Suprimir este tipo de situaciones debería ser el espíritu y compromiso de todos, intentando clarificar los conceptos antes definidos y modificando pensamientos institucionales en conjunción con la implementación de políticas públicas en diferentes niveles, trabajo con las familias y apoyos concretos. Deberíamos lograr una reflexión en nuestro público, sobre qué formas utilizan a la hora de relacionarse con los niños.
A mediano plazo, la escuela debería asumir funciones de prevención para apoyar la eliminación del trabajo precoz, dando por hecho que el trabajo infantil es un problema que puede evitarse, en rigor, lograríamos que esta vulneración disminuya.
La explotación sexual se establece a través de relaciones mercantiles y de trabajo, operando por redes mundiales, teniendo la misma gravedad y riesgo de violencia que el abuso sexual intrafamiliar. En tal sentido, la pérdida de control, el abuso de alcohol y drogas, el aislamiento social, la baja tasa de escolaridad y desempleo, son algunos de los factores determinantes que confluyen en la proliferación de la corrupción, la impunidad y la anuencia de autoridades. A raíz de esta situación, se observan las redes nacionales e internacionales sexuales que comercializan a niñas, niños y adolescentes y se expanden rápidamente a tiempos desmesurados.
La violencia sexual parece ser un mal de este tiempo, en todas las épocas han existido personas o grupos que fueron denunciados por estos acontecimientos, pero más aun en el siglo XX. Hay que asumir, que nuestras familias humanas tienen dos caminos: El de proveer un ambiente adecuado para crecer y desarrollarse, o el de desplegar una terrible potencia destructora. Es imprescindible asumir esta realidad, repudiada por la mayoría, para poder transfórmala.
- Roberto Villalobos Atlas
Abogado en DDHH
Esp. Derecho de Familia, Niñez y Adolescencia
Dipl. Abogado del Niño y Herramientas contra la Violencia
Dipl. Niñez y Adolescencia