Plaza Italia era un predio rozagante de césped, hoy se alza sobre su propio cemento.
Parece imposible el sueño que mucho porteños intentan alcanzar al desear más espacios verdes. Incluso, los pocos predios que se ubican en la Ciudad, están siendo rellenados de cemento. Pero qué es lo que ocurre con el Gobierno Porteño que tanto promete y proyecta una ciudad con parques, plazas y bosques que nunca llegan? Claro, se alzan algunos y otros más pero, cada vez, aparecen sitios al aire libre sin arboles ni césped. Así ja ocurrido en el Parque Ferroviario, por ejemplo, un inmenso predio desperdiciado por las pocas sombras donde existe un aire copado por el sol que quema a fuego cuando los vecinos intentan descansar bajo alguna copa de árbol. Dicho de otro modo, el habitante de la Ciudad anhela verde, sombras y tierra. Ya no desea más el cemento que ha copado la mayoría de las áreas de Buenos Aires. Algo parecido ocurre en Plaza Italia donde, años atrás, era una plaza de arboles, sombras y tierra que absorbía el agua de la lluvia. Hoy, es puro cemento con veredas secas y raíces bloqueadas por al desesperación de no poder respirar.
Plaza Italia es uno de los lugares con mayor movimiento de gente y transporte en toda la ciudad. En el centro de la plaza se ubica el monumento al revolucionario italiano Giuseppe Garibaldi, réplica del que se encuentra en Brescia, Italia. A mediados del siglo XIX, Garibaldi vivió en distintos países sudamericanos. En 1842 y 1843 combatió al mando de una fuerza naval que defendió Montevideo de los ataques de Rosas. En los alrededores de la plaza estacionan los «mateos», carruajes de caballos que realizan paseos turísticos.