El neurólogo Antonio Damásio, profesor de Neurociencia, Neurología y Psicología de la Universidad de Southern California donde dirige el Instituto del Cerebro y la Creatividad, dice que las emociones se representan en el teatro del cuerpo, mientras que los sentimientos se representan en el teatro de la mente. Podríamos decir que las emociones son físicas y públicas, mientras que los sentimientos son mentales y privados.
Aunque las emociones, los sentimientos y los pensamientos son tres conceptos distintos en su significado, comparten el bucle del cerebro-cuerpo-cerebro y el equilibrio entre los tres, pensar, sentir y actuar en una misma dirección, es la base del bienestar y el rendimiento.
Las emociones alteran el ritmo cardíaco y respiratorio, la presión arterial, el sistema endocrino y el sistema inmunológico, entre otros. Todos estos cambios afectan a nuestro bienestar físico, emocional y mental e influyen en nuestro rendimiento. Tener autoconciencia de las consecuencias que los pensamientos, las emociones y los sentimientos desencadenan en nuestra persona y saber autocontrolar y gestionar estas consecuencias es la clave para gozar de un bienestar íntegro que repercuta positivamente en nuestro rendimiento.
Los pensamientos son el mapa mental aprendido a través de la experiencia por asociación; las emociones son los cambios físicos y bioquímicos corporales desencadenados a través de los pensamientos; y los sentimientos son la percepción y la experimentación de estos cambios corporales.
Foto La Net
Patricia Núñez Vega