Este movimiento imparable (cultural, gastronómico, arquitectónico, etc.) nos habla de un barrio que está vivo. Y sus maneras cambiantes de nombrarlo dan cuenta de ello.
´Por ello, según Toribio Achával, si algo caracteriza a los argentinos es la creatividad. Y pareciera que en los 18 kilómetros que abarca Palermo se encontró una manera muy rica de darle rienda suelta a la imaginación.
Es así que Palermo se ha convertido en una suerte de capital cultural de Buenos Aires. Allí vivieron, donde alguna vez, Borges y Cortázar. Y hoy es elegido como residencia por jóvenes escritores, músicos, periodistas, cineastas y artistas, además de turistas de todo el mundo.
El dato de color es que hace unos años se realizó una encuesta llamada “La ciudad real”, en la que se entrevistó a más de mil vecinos de los principales barrios porteños. Los entrevistados de Palermo respondieron que sus lugares más representativos de barrio eran Plaza Serrano, el Museo Sívori, el Malba, la Rural y el Alto Palermo.