Es habitual que conservemos la errónea idea de que los acontecimientos patrios concluyen el mismo día que se celebra tal fecha. Ejemplo más claro la “Semana de Mayo”, no tan sólo se ha de tener en cuenta el glorioso 25 de Mayo de 1810, como así también los días anteriores y posteriores al mismo.
Si trasladamos dicha semana a la actualidad la gran mayoría de los habitantes considera que finaliza a la cero hora del mencionado día, sin embargo dado los hechos como se van suscitando sumándole el clima ardiente que se desarrolla día tras día podemos transcribir una “Semana de Mayo” de igual magnitud a la de 1810.
A esta altura no podemos continuar con vendas en los ojos o negarnos la dura realidad por la que atravesamos, nos sentimos impregnados de noticias, episodios, vivencias semejantes a aquella década.
Si comparamos los temas en cuestión son similares, tal vez expresados en otros términos con la notoria diferencia que en la actualidad se repiten sin la posibilidad de llegar a un acuerdo que nos beneficie.
Como de costumbre quienes nos representan, pretenden a través de sus discursos envolvernos con palabras complejas, confusas, enredadas intentando que nada quede claro, es más ni ellos deben comprender lo que expresan.
Mencioné como ejemplo la “Semana de Mayo” en realidad debía haber hecho mención al “2 de Abril” de 1982 día en que se conmemora la “Guerra de Malvinas” o remontarme al”24 de Marzo de 1976 “día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, llegando diciembre, veremos qué mes a mes recordaremos un suceso diferente al que le adjuntaremos hechos de la vida cotidiana.
Son mis deseos que muy pronto nos reencontremos para que mi mensaje sea diferente, acercándoles noticias en la que podamos transitar por la vida con alegría, tranquilidad como así también Paz.
Mercedes Giangrande