Por Ana Leguisamo Rameau. Los políticos son juzgados por su oportunismo y frialdad. Lo mismo ocurre con ciertas personas quienes, alejadas de aquellos que menos tienen, se marean en el día a día del materialismo egoísta, mientras la ceguera de los que apartan la vista hacia otro lado, les quita la posibilidad de ver que hay otros seres que necesitan un pedazo de pan o alguna ayuda en particular. Esos pueden ser niños abandonados y huérfanos, como así también esos animalitos que se esconden en sitio algún baldío del barrio.
Por eso, la tarea de los rescatistas, que hacen trabajos Ad Honorem, hacia los que menos tienen, es imprescindible en un sistema abusivo y distante que mira hacia otro lado. De este modo, existen nombres tales como esas mujeres comprometidas que luchan en la cuadra del barrio, como las que hoy trabajan en la calle Honduras y Juan B. Justo, en la Comuna 14. Allí, en dicho predio, los gatitos a la deriva ya son casi cincuenta y la tarea de estas vecinas es titánica porque ponen su mano de obra, llevan alimentos y hasta se ocupan de costear aquellos gastos que suman en la lista de medicamentos, literas, artículos de limpieza, castraciones, etc, en ese mundo donde los gatitos sufren el abandono.
Cabe destacar que, en este fin de semana largo Santo que transcurrió, la ONG “Bicho Felíz” y estas proteccionistas independientes de Palermo, se metieron en el predio y apresaron 13 gatitos, los cuales ya fueron castrados, mientras otro “chiquitín” tuvo la fortuna de ser adoptado por una pareja del barrio, que justo pasaba por allí.
Es importante resaltar , además, el trabajo del día a día de aquellos vecinos anónimos , quienes viven en el barrio y quienes vienen desde otras latitudes, para alimentar a los gatitos de Honduras y Juan B. Justo. Detallar sus nombres en este artículo sería un problema pues muchos quedarían afuera y porque además, existen aquellos que, desde hace tantos años, realizan la tarea sin pedir nada a cambio y porque su perfil solidario no permite que sus nombres sean tapa de ningún medio. Su única preocupación es el motor por darlo todo sin pedir nada a cambio. Sólo por el bienestar mismo de esos animalitos necesitados.
Marína, una de las principales promotoras de esta causa dice; “Me volví bastante loca con el operativo ????, pero valió la pena hacerlo por estos gatitos que amamos y gracias a todas, porque la única forma de hacer estas cosas es en conjunto ☺️.
La crisis económica actual es desgastante y existen nichos de seres abandonados que no tienen la posibilidad de poder seguir adelante pero, de pronto, de la nada surge el bien y esa mano solidaria aparece abierta para entregar todo de sí porque “No todo está perdido en la vida, cuando existe el amor”.