Por Ana Leguìsamo Rameau. Que hay cortes de luz en el barrio de Palermo no es novedad pero, si sumado a todo èsto, analizamos el aumento de las tarifas, sacamos en conclusiòn que los servicios (en detrimento) deberìan sufrir un descuento considerable por las molestias y falta de respeto que los vecinos sufren dìa a dìa. Los yerros por los hechos politicos, los delitos escupidos hacia otros partidos y la mea culpa de otros, no alcanza y no justifica a que los habitantes sufran la ineptitud de los gobernantes.
Se dice de un modo y en directo: «La Capital ya no da màs». Son demasiados edificios con construcciones y cañerìas viejas, que no responden a la demanda de habitantes que sòlo exigen un servicio digno con tarifazos desconsiderables . Tambièn existe la impericia del Gobierno, el cual no puede responder a una peticiòn de gente que sòlo exige sus derechos. Son los derechos mismos a tener un medio de vida digno.
No se tapa con la mano o con frases contra-argumentando con palabras, cuando se debe asumir la ineficiencia porque la eficiencia no se puede dar.
Ya sobran las palabras, los hechos que dañan y luego dan marcha atràs, el golpe prueba y efecto para ver què sucede.
La gente quiere resultados, quiere servicios acordes a lo que paga, no una vida mìsera a costa de pagar y pagar tarifas eternamente y por los que originaron la pesada herencia. El pueblo no es culpable de los errores del pasado o de los negocios truncos que no se concretan por falta de inversiones.
En estas elecciones, los partidos polìticos deberìan pensar en los vecinos y mucho menos en aumentar sus dietas por lo poco que dan.
Asì està todo. Los vecinos de Palermo, en varias cuadras a la redonda, sufren las consecuencias de la ineptitud por la falta de energìa elèctrica, como lo muestran las fotos de la calle Gascòn al 1300.