La Manzana de las Luces es uno de los principales complejos históricos de la Ciudad y alberga varias de las construcciones más antiguas, como la Iglesia de San Ignacio, la de mayor edad que todavía se conserva en pie en Buenos Aires, obra de los jesuitas que se habían instalado allí.
Este solar quedó identificado por primera vez como Manzana de las Luces, en un artículo aparecido en el periódico «El Argos» en 1821, en el cual se mencionaban las instituciones de irradiación cultural que funcionaban allí, como el Colegio de San Ignacio, llamado luego de San Carlos y hoy Colegio Nacional de Buenos Aires (una de las dos escuelas secundarias más prestigiosas, junto con la Escuela Carlos Pellegrini), así como el antiguo edificio de la Universidad de Buenos Aires. También fue sede del primer teatro (conocido como la “Ranchería”, el cual se encontraba donde hoy se erige el monumento a Julio A. Roca), del primer museo de la Ciudad, de la Real Imprenta de Niños Expósitos (la primera que funcionó en Buenos Aires y que había sido traída de Córdoba) y de la Biblioteca Nacional.
Por debajo de la Manzana de las Luces corren algunos de los túneles construidos en la época colonial, utilizados para la defensa y el contrabando.
Como si se tratara de un viaje en el tiempo, quien recorra la Manzana de las Luces podrá tener una mejor idea de cómo era Buenos Aires antes de la Independencia: la Iglesia de San Ignacio, la Procuraduría de las Misiones, la Sala de Representantes y los túneles del siglo XVII.