
Los artículos de Sabe la Tierra se incorporaron desde el 23 de mayo, luego que se produjo la apertura gradual de las Ferias de la Ciudad. En este sentido, se sumaron 52 puestos distribuidos en 4 días de 8 a 14 hs: 10 puestos los miércoles y jueves, 12 los sábados, y 20 los domingos.
Las ubicaciones donde está disponible la mercadería son: los miércoles en Emma de la Barra, Puerto Madero; los jueves en Parque Saavedra; domingos en Plaza Irlanda, Parque Saavedra, y Emma de la Barra en Puerto Madero; los sábados en Plaza Francia, Peña, Plaza R. del Paraguay, Anchorena, Plaza Monseñor D´Andrea, Plaza Echeverría, Castillo 700, y Plaza Almagro.
El protocolo de seguridad e higiene que se aplica dentro de las ferias barriales contempla que cada una tenga accesos en sus extremos. Además, los vecinos que concurren no pueden estar en contacto con la mercadería, tienen que respetar entre sí una distancia mínima de 1,5 metros y usar tapabocas. En cada una, se dispusieron 2 tótems y carteles con recordatorios para que los vecinos tomen todas las precauciones correspondientes.
Conocé las ubicaciones de las Ferias
A su vez, hay señalización en el piso y cada vendedor organiza las filas con números para evitar aglomeraciones. Y los feriantes pueden brindar un servicio de entrega a domicilio o encargo previo para ser retirado.

Entre cada punto de venta se respeta una distancia mínima de 5 metros. Los trailers y todo el equipamiento de los puestos son higienizados en profundidad por dentro y fuera, al inicio y al final de la jornada. Además, se realizan operativos de limpieza intensivos, tanto la noche anterior como al fin del día. La limpieza consiste en el lavado con hipoclorito a través de camión y/o hidrolavadora, vaciado de cestos papeleros y contenedores (con reposición de ser necesario), y barrido de calles.
La desinfección se realiza con una mezcla de hipoclorito de sodio de uso doméstico (lavandina) con concentración mínima de 55 gramos por litro de agua. También, tienen un rociador para vitrinas de vidrio y superficies de acero con una solución de 70% alcohol y 30% de agua cada 30 minutos. Todos los puestos cuentan, como mínimo, con un dispensador de alcohol en gel.
Por su parte, los feriantes están vestidos con la indumentaria reglamentaria sin excepción, y utilizan barbijos y guantes. A su vez, tienen que realizar un frecuente lavado de manos con agua y jabón; y la persona encargada de la caja y de realizar cobranzas se desinfecta las manos entre cada transacción.
El cumplimiento de todas estas medidas es controlado por los inspectores del Gobierno de la Ciudad. Ellos se encargan de verificar que se respete el protocolo establecido, y reportan tanto el incumplimiento del mismo.