La intolerancia mileísta de ofender y de nombrar las cosas distintas a lo que no son. Así se manaje el Presidente de la Nación.
Javier Milei ofende, degrada, insulta y denigra a distintos grupos argentinos tales como jubilados, gays, mujeres, enfermos, periodistas y otros más. Su estrategia vulgar quema sus balas en los cuerpos de los que hoy se unen en una marcha multitudinaria que recuerda las palabras retrógradas de un Presidente con ideas viejas y autoritarias. La democracia no existe en sus filas pues su política se yergue sobre odio y violencia manifiesta. Y allí es cuando nace el hartazgo de la gente y camina, junto a otras filas, pero se unen en la tarea conjunta de decir «Hasta acá, Milei. Sos el presidente pero nadie te da derecho a opinar sobre mi cuerpo«
Tal es así, cuando se logró la denominada Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista , la cual fue convocada por más de un centenar de organizaciones LGTBIQ+ tras las declaraciones que Milei hizo en el Foro Económico de Davos, donde supuestamente comparó la homosexualidad con la pedofilia.
En el mismo discurso, también anunció planes para eliminar el concepto de feminicidio del Código Penal, lo que alimentó aún más la indignación pública.