Ante el asueto dispuesto por el Gobierno Nacional para los días 23 y 30 de diciembre mediante el decreto 820, el Gobierno porteño resolvió que la actividad en la Ciudad se desarrolle en forma habitual, como en un día hábil.
Con la decisión se busca no alterar el funcionamiento de los servicios de la Ciudad y la actividad comercial en consonancia con las festividades de Navidad y Año Nuevo.
El Estado debe fomentar políticas que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos en lugar de regular, mediante disposiciones, la libertad y los derechos individuales.