También se llaman Manto de la virgen, campanilla, batatilla, bejuco, bejuquillo, quiebraplato, gloria de la mañana. Martínez (1979) menciona además los siguientes nombres: aurora, corregüela y correhuela.
En la Ciudad de Buenos Aires, esta bella especie, crece en los lugares menos pensado y le da un toque hermoso al treparse, como enredadera, a los muros y esquinas.
Por otro lado, solemos verla en la estaciones. En este caso, la visualizamos en una foto que registramos en la Estación Mitre del Ferrocarril, en Palermo. También en la Plazoleta Luna de Enfrente , enroscada en un muro de la plaza.
“Gloria de la mañana” es el nombre que reciben cientos de especies de plantas herbáceas trepadoras cuyas flores nacen con el sol cada día para morir al atardecer y repiten el mismo ciclo a lo largo de su vida reproductiva renovando a diario su floración, aunque en días nublados los capullos no abren. Su forma, y la variedad de colores que presentan, las hace especialmente atractivas para los pájaros (en especial los colibríes) y los insectos. Se ubican dentro de la familia Convolvulaceae. Su tamaño varía entre 1,5 y 2,5 mt. y una planta tipo se estima que produce unas 300 flores por día. Son nativas de las regiones tropicales y subtropicales de Asia y América.
Violeta, quien escribe en el portal Florflores dice que Son muy resistentes a los cambios climáticos. Una vez sembrada ya no habrá que volver a hacerlo pues se reproduce a sí misma año tras año con mucho vigor. Se usan principalmente como ornamentales, al ser de rápido crecimiento cubren casi de inmediato una amplia superficie de muro o glorietas de madera, cercas, troncos de árbol, etc. Como se adaptan a todo tipo de suelo y clima puede haber zonas donde se transformen en especie invasiva si se propagan sin control.
Sus capullos, con forma tubular y espiralada (pues la corola se comprime envolviendo al aparato reproductor), son característicos y se presentan en blanco, rosa, rojo, púrpura y azul (en Japón existe una variedad conocida como “Danjuro” que brinda flores marrones). Una vez abiertas alcanzan los diez centímetros de diámetro y adquieren el aspecto de una trompeta. Para que la planta de una buena floración es necesario que esté ubicada a pleno sol. Las hojas son grandes y acorazonadas, de un color verde brillante.
En la antigua China descubrieron que las semillas obran como laxante; pero no todas pueden ser usadas con fines medicinales, algunas especies producen semillas que pueden resultar muy nocivas para la salud por su alto nivel de toxicidad (contienen alcaloides alucinógenos). La especie que se conoce como Ipomoea aquatica, llamada “espinaca de agua”, es uno de los principales ingredientes nutritivos de la cocina asiática. La conocida como “Moonflower”, Ipomoea alba, se comporta contrariamente a las demás y florece de noche (siendo polinizada por polillas nocturnas), sus flores mueren cuando las alumbran los primeros rayos de sol. La especie llamada “Blue Star” es la más difundida mundialmente y se encuentra tanto cultivada en jardines como silvestre en los campos.
Cabe destacar que, Gloria de la mañana tiene un crecimiento rápido. En climas fríos es anual y vive solo un año, pero en climas más cálidos puede vivir varios años. Esta bella flor, se adapta a suelos pobres pero se desarrolla mejor en suelos nutritivos y bien abonados. Puede aplicarse como abonado a base de compost en primavera. El riego debe ser abundante en primavera y verano, sin llegar a secarse del todo. Aún así resiste cierto grado de sequía. Son flores solitarias con los pétalos en forma de campana o embudo, y de color azul, púrpura, rosa o blanco. Las flores se abren con las primeras luces de la mañana y se cierran al anochecer. Florece de finales de primavera a principios de otoño.
El portal Mi herbario destaca que para cubrir verjas, celosías, barandillas o arcos. La planta crecerá rápidame- te enredándose sobre el soporte sin necesidad de ayuda. No es adecuada para grandes pérgolas. Sus semillas han sido usadas para fines medicinales y alucinógenos al tener cierto gra- do de toxicidad. En algunas comunidades nativas de México se usaba en rituales por sus supuestos dones curativos y adivinatorios.