Su nombre es Enrique Roizner y le dicen «El Zurdo» Rotizner. Por Alan Levy. Días antes de fin de año, entrevistamos al baterista de Kevin Johansen y la Orquesta de Tango de Buenos Aires. El encuentro se pautó de casualidad tras haberlo encontrado en la calle mientras degustaba una de sus más de doscientas pipas. Durante la charla concebida en la vereda del bar Los Caminantes, el Zurdo repasó su enorme trayectoria que incluye colaboraciones junto a Vinicius de Moraes; Astor Piazzolla y la orquesta de Frank Sinatra, entre varios otros. Se deshizo en elogios hacia Johansen y hasta nos adelantó algo de lo que será su próximo disco de estudio, a editarse, estimativamente, en marzo.
Enrique «El Zurdo» Roizner: “Mi batería era de Black Sabbath”
Sus comienzos como sesionista fueron vertiginosos. Llegó a tener hasta seis baterías repartidas en distintos estudios debido al gran caudal de trabajo. ¿Cómo eran aquellos días?
Roizner: Era variado. Había días con dos o tres sesiones distintas en distintos estudios, con diferentes directores y artistas. Otros, tenías una sola, o directamente no parabas: en una oportunidad grabé durante 48 horas seguidas.
¿Cómo se sobrevivía a esa vorágine?
R: ¡Sobrevivía a pura garrapiñada y café! (risas). Era lo único que podía comer y beber en escaso tiempo. Terminaba en un estudio y tenía que salir corriendo a otro: por eso tenía diseminadas mis baterías por todos lados.
Nos referimos a los estudios Philips, RCA…
R: Exacto: Philips, RCA, ION, TNT. Fueron aproximadamente 20 años comprendidos entre 1965 y 1985. Todo comenzó cuando volví de Europa…
Sabemos que estuvo tocando en la Filarmónica de Liverpool en 1964. ¿El viaje inicialmente fue por placer o nació por motivos profesionales?
R: Fue por trabajo: me convocaron unos amigos músicos que estaban viviendo allí. Tenían la intención de formar un quinteto.
¿Tango o jazz?
R: ¡De todo! Un quinteto des-generado, como diría Kevin Johansen. Me pareció fantástica la idea: estuve viviendo un año en Suecia, en diferentes ciudades. Imaginate, para la época, 1963-1964 era bastante insólita la movida. Fue una muy buena experiencia. Tomé clases con un baterista de la radio y televisión sueca, un capo. También viajamos casi por todo el país. Estuve dos veces en una ciudad del norte: en verano era de día todo el tiempo y en invierno, todo era noche. De la gira sólo guardo una agenda de los días y los lugares en donde estuve…no tengo fotos, lamentablemente. Luego, se sumó a la Filarmónica de Liverpool como percusionista.
Hablamos de un período particularmente explosivo ligado a la Beatlemanía y el rock inglés en general a partir de la denominada British Invasion. ¿Pudo captar algo de toda esa efervescencia?
R: Fue tremendo ¡Los Beatles eran dioses en Liverpool! Terminaron recibiendo la Orden Británica. Era una locura… Luego de seis meses maravillosos en la filarmónica, me contrataron para una orquesta, podríamos decir, de salsa, en Londres dirigida por Edmundo Ros (N de la R: un músico, cantante y Director nacido en Trinidad y Tobago mayormente conocido bajo el nombre artístico de King of Latin American Music). Cuando volví de Inglaterra me empezaron a contratar seguido porque pensaban que tenía una idea de cómo era el estilo: engañé a todo el mundo (risas).
¿Podríamos recordar los procesos de grabación de los discos de La Fusa? ¿Fue parte de sus presentaciones también?
R: No, las distintas sucursales de La Fusa eran lugares muy chicos. Ellos tocaban prácticamente solos: Vinicius y Caimi llenaban. A él le encantaba tocar en estos boliches. La Fusa está grabada en Estudios ION: para mí sigue siendo el estudio más importante de la República Argentina. No solamente por el instrumental que tienen sino por el personal que es tremendo. Para este propósito se recreó toda una estética de café concert, había mesas, bebidas. Fue grabado en vivo: una toma de cada tema. Toqué tanto en la versión con María Creuza como en la de María Bethania.
También fue parte de la orquesta de Frank Sinatra durante su paso por la Argentina. ¿Qué recuerda de aquella experiencia? ¿Cómo surgió la propuesta?
R: Resulta que la orquesta de Sinatra no quería tocar con Don Costa (N. de la R: Dominic P. Costa, músico, arreglador y productor de Paul Anka y Sinatra, entre otros) por una interna: no los había llamado a la hora de grabar New York New York. El problema consistía en que Sinatra hacía un show de una hora: nunca tocaba más que eso, por lo tanto, no se podían cobrar 1000 dólares en el Sheraton por un show de una hora: había que poner algo más.Entonces se contrató a Don Costa para que tocara una hora él y una hora Sinatra. Fueron dos Sheraton y cuatro Luna Park.
¿Pudo tener un mano a mano con La Voz?
R: No, Sinatra tenía cierta fobia social. Saludaba, pero de lejos. Tenía fobia de que se le acercase gente que él no conociera. Si te acercabas unos metros ya tenías a tres tipos que te miraban con cara de pocos amigos: “si te acercás, te vamos a perjudicar” (risas). Sinatra era muy polite pero tenía esa maña: era fóbico.
A diferencia de muchas otras voces, Ud. Comenta que Piazzolla era de lo más amable ¿Cómo fue su vínculo con él?
R: Siempre tuvo muy buena onda. Tuvo un gesto maravilloso: compuso un tango para mí.
Hace no muchos años manifestaba que tenía cierto respeto por la obra y confesó no haberla tocado nunca ¿Pudo hacerlo?
R: Sí, lo pude tocar y grabar en la Orquesta de Tango de Buenos Aires. Esto fue en la Usina del Arte en el marco de un homenaje a Astor Piazzolla. Fueron 13 temas, uno de ellos fue “Tango del Zurdo”. (N de la R: el material fue grabado el 21 de septiembre de 2012).
¿Qué baterías utiliza en la actualidad?
R: En este momento tengo una Rogers que utilicé durante una gira con el Gato Barbieri en los Estados Unidos, una Tama Imperial Star que utilizaba mucho con Creuza en aquel momento y una Ludwig que uso con Kevin Johansen. Las baterías que tengo ahora son todas vintage: de los años 60 y 70. La Ludwig que estoy usando con Johansen era de Black Sabbath. Se la compré a Teddy Goldman.
¿Se da cuenta que me acaba de dar el titular?
R: (Sonríe) Black Sabbath iba a venir acá después del primer Rock In Rio. La guita acá no apareció y ellos habían mandado todos los equipos para acá: equipos, instrumentos, luces, sonido, ¡Todo! Les resultaba más conveniente venderlos que volver a trasladarlos. Un día Teddy me llama y me dice “acá hay una bata”. La fui a ver y le pregunté cuánto quería. Él sabía cuánto costaba, no era ningún gil, pero me dejó pagarla en dos o tres veces: nos conocíamos desde hace 20 años.
Tiene un excelente vínculo con Kevin Johansen, con quien toca hace más de 10 años. ¿Cómo es Kevin cotidianamente?
R: Lo quiero mucho, mucho. Además de ser un gran artista y compositor es, fundamentalmente, es una persona increíble, de una gran generosidad. El 14 de diciembre pasado cumplí años. Me hizo una fiesta en su domicilio para 50 personas, se mandó un asado para cincuenta tipos. No contento con esto, contrató un grupo de mariachis para que me canten una serenata. Kevin es un gran músico compositor que además toca muy bien la guitarra y es un gran cantante: tiene un registro amplísimo
El trabajo de Johansen junto a Liniers y The Nada ha sabido ser tan aclamado por el público como por la crítica especializada….
R: Efectivamente. Desde agosto comenzamos a grabar un nuevo disco. Él grabó en Estados Unidos junto a tres músicos que habían estado en The Nada. Hablamos de músicos que ya habían estado en el primer disco suyo. Grabé tres temas más acá y por otro lado, Kevin grabó algunos temas en Brasil. Seguramente sigue trabajando en este disco: el otro día estuvo poniendo voces en un estudio que queda acá en Gascón y Corrientes. Seguramente salga en marzo.
¿Podría darnos un adelanto?
R: Y… uno de los temas es una especie de country. No sé definirlo, su estilo es muy variado, pasa de un ritmo a otro. Lo que tiene como constante es esa ironía humorística, una ironía con buena onda, nunca es agresiva.
Kevin es el Rey de los juegos de palabra…
R: Absolutamente: creo que todo el grupo es juguetón con las palabras, hacemos juegos de palabras de cualquier cosa.
Muchísimas gracias, Zurdo
R: A ustedes. Quisiera hacer una aclaración: todas las personas que quedaron afuera de estos comentarios fueron por falta de memoria, ignorancia o ambas.