Caminamos y estornudamos. Nos pica la piel, tosemos y una sensación de sentir que algo se nos mete en la nariz o en la garganta, se hace inevitable y otra vez nos rascamos. También nos pica dentro de la ropa.
De ese modo, pensamos que somos delicados porque ya es usual que eso nos ocurra, hasta que nos enteramos que muchos conocidos nuestros también sufren la misma molestia cotidiana en la Ciudad. Luego, miramos hacia arriba y, desde esos bellos y frondosos arboles altos, pequeñas pompas de polen caen como alfombras sobre nuestros pies.
Sin embargo, además del polen, los plataneros también producen pelos irritantes en las hojas, conocidos como tricomas, y fibras de aquenio, que pueden provocar síntomas respiratorios y oculares por irritación.
Por esta situación, la Dra. Toscano de la Clínica Universidad de Navarra, recuerda las principales medidas de prevención para sobrellevar de la mejor forma posible la primavera:
- Medidas en casa:
- Evitar ventilar la casa a primeras horas de la mañana y al atardecer.
- No tender la ropa en el exterior o utilizar la secadora.
- Puede ser útil el uso de filtros de aire y pulverizar con agua la habitación.
- Medidas personales
- Lavarse el pelo y realizar lavados nasales y oculares al volver a casa o antes de acostarse.
- Usar gafas de sol y mascarilla.
- Disminuir las actividades al aire libre por la tarde, especialmente la realización de ejercicio físico durante las horas de mayor concentración de polen.
- Evitar aquellas actividades que puedan remover las partículas de polen como cortar el césped, barrer la terraza, etc. Ni salir al campo en épocas de polinización, en especial los días de tormenta y fuerte viento. De hacerlo, es imprescindible tomar la medicación previamente.
- No ingerir miel, manzanilla u otros productos derivados del polen.
- En caso de viaje
- Si viaja en coche, deberá mantener las ventanillas cerradas. En caso de disponer de aire acondicionado, utilizarlo con el circuito cerrado.
- Son recomendables los viajes en avión o barco.
- Es aconsejable el traslado a zonas marítimas en las fechas en las que las molestias suelen ser muy intensas.
Este árbol posee gran tamaño, de forma globosa y amplia. Su corteza es gris verdosa, con escamas que se desprenden como dejando en el tronco y en las ramas gruesas, manchas amarillentas. Su follaje está constituido por hojas simples, alternas, palmadas, de color verde claro, con el envés densamente pubescente cuando joven lo que le da una tonalidad gris. Sus flores, poco atractivas se presentan en Inflorescencias s globosas, de color verdoso en la primavera temprana. Su fruto es una infrutescencia globosa, péndula, de 3,5 cm. de diámetro, generalmente de a par, primero verde, luego pardo y finalmente pajizo. Es de crecimiento rápido, rústico y longevo. Resistente a la poda fuerte. Soporta la contaminación atmosférica.
Efectos de la alergia al polen
El portal de Ospat explica que la alergia al polen genera rinitis, una reacción no deseada ante la presencia de una alérgenos en las vías aéreas superiores. Otras causas son los ácaros, hongos que provocan humedad en la pared y la presencia de mascotas.
Altera la calidad de vida de las personas. Los síntomas de la rinitis alérgica son: estornudos, goteo nasal, picazón nasal y tos. Se diferencia de un resfrío común porque la secreción nasal es acuosa y escasa, no presenta fiebre y el cuadro dura hasta que nos alejamos es alérgeno.
La alergia al polen también puede causar problema en la conjuntivas de los ojos: enrojecimiento, picazón, lagrimeo y sensación de cuerpo extraño.
¿Por qué el polen produce alergia?
El polen vuela por el aire que respiramos. Cuando ingresa a las vías respiratorias, las proteínas que contiene se disuelven en la mucosa y de allí pasan a la sangre.
El sistema inmunológico reconoce estas sustancias como extrañas al organismo y genera una respuesta de anticuerpos llamados IgE. Lo que ocurre frente al polen es que esta reacción se prolonga durante el tiempo que estamos inhalándolo.
Es una respuesta inmunológica frente a un agente que no es patógeno, es decir, que no va a provocar una enfermedad. Sin embargo, en algunas personas esa reacción desencadena los síntomas alérgicos.
Domingo Faustino Sarmiento, quien como Presidente de la República Argentina comenzó importar entre 1868 y 1874 cientos de árboles de plátano desde los Estados Unidos. Resulta que el padre de nuestra educación era además un apasionado conservacionista e impulsor de la actividad forestal.
Entre otras especies, también introdujo a nuestro país el eucalipto, importado de Australia y que diseminó por todos los rincones del país. Su objetivo final era convertir a Argentina en un auténtico pulmón del continente y evitar la desertificación que, con mucho atino, advirtió que sucedería en muchas provincias que hoy la sufren.
Si bien se trataba de una noble misión, poco podía hacer Sarmiento para prevenir que cientos de años más tarde, estos árboles se convertirían en los enemigos de los alérgicos al polen de nuestro país. ¿Conocías esta historia?