
Los amigos del Jardín Botánico nos enseñan sobre la evolución de la vegetación de este modo: “Las lluvias de otoño traen magia al Jardín. Los hongos que lo habitan salen a la superficie y se dejan descubrir. Sucede que la mayor parte del tiempo, el cuerpo de los hongos (su micelio) vive inmerso en el suelo, troncos u hojas y cuando las condiciones de humedad son altas , emergen para reproducirse. Es en estos momentos cuando los podemos observar. Las famosas setas no son otra cosa que la porción reproductiva de los hongos (el basidioma), dónde se producen las esporas.
En esta foto se ¨asoma¨ Leratiomyces ceres, uno de los hongos agaricales que podemos observar hoy en el Jardín“.