La creación de un club hípico es una tarea bastante difícil. No sólo se requieren instalaciones grandes y costosas, como pistas para saltos y adiestramiento, picadero cubierto, caballerizas con su complicada administración, equinos y profesores capacitados, sino también un considerable número de socios entusiastas que se encuentren en estado físico y económico adecuado para poder dar cumplimiento a las múltiples fases del hipismo. Sin embargo, no bastan los éxitos individuales de un número limitado de socios en torneos, cacerías, etc., para escalar una posición destacada dentro de la equitación, sino que es indispensable organizar en forma armónica y correcta toda la actuación tanto deportiva como social dentro del ámbito de la Institución. Si a pesar de todos los obstáculos mencionados se pudo lograr una organización amplia y destacada, fue debido al esfuerzo poco común de sus dirigentes y en un modo especial a la fe de sus asociados y al cariño que en todo momento han demostrado tener por este deporte noble y de caballeros.

Una de las cosas que más estimula la dinámica del ser humano es el espíritu de empresa, cuando él se lleva con el noble afán de “realizar para servir”; cuando sus realizaciones no son el producto de lo fácil; cuando se empeña en la tarea, no solamente el esfuerzo intelectual o físico, sino, todos los arbitrios que la mente humana es capaz de producir en procura de los objetivos que se persiguen, cuando se logran vencer obstáculos, que van desde los económicos hasta los de la indiferencia de aquellos, que una vez logrado el éxito, son los primeros que se alinean para disfrutarlo.
Los directivos con el apoyo incondicional de sus asociados lograron mediante una eficiente capacidad de organización, espíritu de sacrificio, visión de futuro y tenacidad en la tarea, la reconstrucción de la vieja y prestigiosa Institución que fuera tan injustamente expropiada y destruida, a la que ahora vemos nuevamente actuar en primer plano dentro del hipismo nacional, para satisfacción y sano orgullo de todos los que la componen y admiración de quienes visitan sus instalaciones.













