Nelly Meliàn habla, durante el programa radial «La Naranja» sobre el «Cafè Retiro», un icònico sitio ubicado en plena Comuna 1. El Café Retiro está ubicado dentro de la Estación Retiro, que fuera durante muchos años la terminal más importante de Latinoamérica. La confitería supo ser un clásico ciudadano.
Ampliar detalles en Audio
Según cuentan, el escritor Leopoldo Lugones, antes de emprender su último viaje, tomó un café bien cargado en la confitería de la Estación Retiro. Caminó hasta el andén y subió al tren que lo llevó hacia el Delta del Tigre. Allí, en el recreo El Tropezón, se suicidó el 18 de febrero de 1938.
Luego de compartir algunos usos con prolongados cierres, el principal local gastronómico de la Estación fue adecuadamente restaurado, poniéndose en valor todos sus nobles detalles, refiriéndonos al esplendor que tuvo anteriormente. La magnífica boiserie, el parquet, un sobrio y elegante mobiliario, y la sorprendente cúpula de vitraux, de la cual pende una esbelta araña de bronce y cristal esmerilado, conservan las características de concepción original del exquisito espacio, nuevamente ganado para satisfacción de todos con el nombre de Café Café.
Junto a un servicio esmerado, este impar local realizó una serie de actividades culturales como exposiciones plásticas permanentes, presentaciones de músicos solistas y de grupos de tango, jazz o de cámara, además de proponer un taller de poesía y un espacio destinado a la lectura.
Hoy, continuando su derrotero bajo la nueva denominación de Café Retiro, mantiene la posibilidad de disfrutar de este tradicional sitio de la Ciudad de Buenos Aires, de llegada y a la vez de salida.
La tranquilidad del sitio es ideal para una cordial conversación o para una buena lectura.