El Bar Celta posee una especia de magia de esos reductos propios del barrio de San Nicolás. Cuesta abajo, porque se desciende hacia un sótano, uno puedo disfrutar de un buen show o palpitar la emoción de encontrarse con amigos y compartir excelente tragos.
El Celta es sito de interés cultural por la Legislatura Porteña.
Sus pequeños pasillos nos enseñan el arte musical más ecléctico desde Edith Piaf, Marlene Dietrich, Liza Minelli, Marilyn Monroe, Charly García, y otros intérpretes y compositores.
Fundado por el español Claudio Fernández, la primera incursión gastronómica de la esquina duró menos de una década. En 1950 fue transformado en una confitería-bar y a partir de 1998 inauguró un nuevo capítulo en su historia con el uso cultural de su subsuelo.
Según “Los Notables“, ellos explican que el “Café Concert” sirvió como escenario para presentaciones de poesía, teatro y conciertos en vivo con músicos como Javier Malosetti, Luis Salinas y Miguel Botafogo. Esta tradición se ha rescatado con el Celta Concert, que da cita a destacados conciertos todos los fines de semana. Retratos de músicos notables, paquetes de antiguos jabones y yerbas, chapas de publicidades de los años 50’, cajones de reparto y frascos con conservas son parte de las misceláneas que hacen a la identidad del bar.