«En la desesperación, escribir poesía me hizo transformar el dolor en verso. Convertir el sufrimiento en arte te alivia física y espiritualmente», comparte Vicky Viel Temperley, terapista ocupacional, fundadora de “Donde quiero estar”.
Muchas veces, los sentimientos, emociones y pensamientos son difíciles de verbalizar. En cambio, los dibujos y las imágenes –que tienen un lenguaje con un componente emotivo mayor– facilitan la expresión, liberando del inconsciente todo lo que no se puede o no se quiere decir con palabras.
Tal vez por eso, la terapista ocupacional Victoria Viel Temperley llevó el arteterapia al Hospital de Clínicas. Junto a un equipo de colaboradores integrado por reflexólogos, profesores de arte y terapistas ocupacionales, entre otros profesionales, desarrollaron un programa que busca aprovechar el tiempo de internación de los pacientes oncológicos, mientras les pasan la quimioterapia, utilizando recursos terapéuticos.
En el caso de los pacientes oncológicos, que sufren mucho estrés emocional, el arteterapia les permite olvidarse por un rato de su enfermedad y transformar la espera pasiva en una actividad creativa y compartida. Además, pasan a ser actores y modelos de su obra transformando los obstáculos en desafíos y plasmando así su identidad.
Taller de expresión para niños
El arteterapia surge en Europa, al final de la segunda guerra mundial, como herramienta terapéutica para aliviar lo que las palabras no llegaban a expresar.
Silvina Pulenta, psicóloga especializada en arteterapia en “Atelier Pinceaux”, París, explica y afirma que «si todos los chicos tuvieran acceso a un taller de expresión no necesitarían terapia».
«Cada mancha y cada color nos “habla” del momento que está atravesando cada persona…»
Algunos beneficios
A través de las actividades que realizan, los chicos comienzan a desarrollar la percepción, la sensorialidad, la creatividad y la intuición.
Se les anima a utilizar el hemisferio izquierdo, a estar en el momento “presente”, a conectarse con todos los sentidos, con ellos mismos y con los demás.
Patricia Núñez Vega