Por Mercedes Giangrande. ¿Qué sucede con la juventud? ¿Cómo se comporta la sociedad? La ilusión de todo estudiante es llegar a recibirse, festejando tal evento con la anhelada despedida de egresados. La que anticipan utilizando el característico buzo de egresados, que los diferencia del resto del alumnado del colegio al que asisten.
Organizan una fiesta durante un largo tiempo, ilusiones, recursos, sumándole el pensamiento de ¿cómo será, quiénes irán, cuál será la música que la animará, qué lugar elegirán? Buscan lugares, presupuestos. Realizan actividades con la finalidad de obtener dinero, a sabiendas que recurrirán a sus padres solicitándoles colaboración para llevar a cabo la misma.
Se ponen de acuerdo continuando la planificación para el día asignado, ¡¡llega la fecha!! Es de creer que van disfrutar de una jornada divertida como se acostumbra. No obstante desde el comienzo, en la mayoría de los casos los adolescentes ingresan en un estado más que especial. Les provoca alegría, se sienten desbordados, tristeza por la etapa que finaliza, decaimiento, alguna lágrima, como así también agresión, provocando disturbios.

Los cuales no llego a comprender: ¿Por qué motivo empañan la noche de tal manera, en vez de gozar de la misma?Se enojan, se pelean, discuten, no hacen caso, no acceden al llamado de quienes los quieren calmar respondiendo con insultos.
Dejamos en claro que en estas reuniones más allá del personal de seguridad, también forman parte de la misma un grupo de padres, desde el comienzo hasta el final , quienes observan tal comportamiento.
Por lo general en estos eventos ante cualquier episodio fuera de contexto, se culpa al personal de seguridad sin analizar la situación. Los llamados vulgarmente patovicas.
Como padres nos corresponde evaluar cada episodio, la educación parte del hogar, es nuestra responsabilidad. Luego se complementa con los educadores que se le asignan en las diferentes áreas estudiantiles que van transitando.
Hasta que llega el momento en el que debido a su grado de madurez, los adolescentes deben asimilar los conceptos que se les brindaron para su comportamiento en la vida, las charlas ofrecidas por nosotros como así también por profesionales. Hasta el intercambio de opiniones con sus pares, los que ya están en condiciones de elegir.
El elegir no implica menospreciar ni mucho menos discriminar, pero si tener factores en común, es decir manejarse con respeto entre ellos mismos, como así también al resto de la sociedad. Para manejarse con respeto no hace falta puntualizar una edad.
De hecho si en las fiestas lo empleantodo resultará apacible, placentero como así también se disfrutará el momento, conservando así un grato recuerdo.