Nuevamente concluye el año, nos encontramos a días de que finalice, me resulta increíble. Evaluar este año es complejo en lo que a mi respeta. No sólo por la bendita economía que siempre les menciono, como así también por otros temas que no vienen al caso mencionar. Que forman parte de la vida aunque son inesperados como así también nos golpean fuerte.
En cuanto a la economía entiendo que todos: pesos más pesos menos atravesarán por igual situación. En ocasiones no deseamos utilizar nuestras tarjetas de crédito, no obstante no contamos con otro medio de pago.
Sumándole que no nos dan la posibilidad de abonar en cuotas sin interés, por lo tanto debemos refinanciarlas nosotros mismos. Con intereses leoninos los cuales debemos de afrontar, es decir cargar con los mismos por varios meses.
Hecho al que le añadimos compromisos mensuales imposible de dejar de lado, convirtiéndonos en el mejor dibujante que se nos ocurra, por mencionarlo de algún modo. Buscando la manera de allanar nuestro presupuesto.
“Como si fuera poco corre la ansiedad de quién será el nuevo presidente, personalidad de quien dependerá nuestro futuro”. Qué más decir: que seamos tocados por la barita mágica para finalizar el 2015 e iniciar el 2016 con todos los cambios que sean necesarios, resultando beneficiosos para nosotros.
No obstante en este compás de espera, no debemos permitir que el país se paralice. Se debe vivir el día a día sin frenar las actividades que a cada integrante de la sociedad le corresponda, logrando de este modo el crecimiento del mismo.
Mercedes Giangrande













